La llegada del barco Aquarius a las costas españolas ha generado una oleada de opiniones contrapuestas, donde unos han visto con buenos ojos la recogida de los más de 600 inmigrantes, y otros ven cómo la autorización de Pedro Sánchez de recoger a los inmigrantes provocará un efecto llamada.
El sindicato policial de la Unión Federal de Policía ha sido uno de los últimos en pronunciarse, y ven como un "enorme error político y geoestratégico" las últimas decisiones del Gobierno de España ya que según el organización "envían un claro mensaje de que la única ruta es España".
"El mensaje que se envía a toda África es de que la única ruta es la española”
En la misma línea ha acusado al Gobierno de "demagogia y de marketing" el rescate de los más de 600 inmigrantes que fueron rescatados en alta mar, porque según recogen en un comunicado, este fin de semana han alcanzado las costas andaluzas más de 1.500 subsaharianos, que "ni siquiera han recibido la más mínima atención sanitaria o revisión médica básica para detectar enfermedades tropicales contagiosas".
La central cree que Marruecos tiene razón
"Entendemos la decisión de cerrar los puertos de Italia, coincidiendo con la apertura del puerto de Valencia para acoger al buque Aquarius, a la vez del anuncio de una posible retirada de las concertinas de las vallas de Melilla y Ceuta, han situado de facto a España, en la única ruta posible de entrada a Europa".
Esta situación según recogen pone a Marruecos en un "aprieto", ya que el pasado año 2017 tuvo que afrontar un proceso de regularización extraordinario de inmigrantes subsaharianos, para así acabar con las bolsas de irregulares que se encontraban viviendo en el país alauita a la espera de alcanzar Europa.
Asegura que los han "traído", no "rescatado"
"No se trata de un rescate", así de contundente se ha mostrado el sindicato que según han recogido un rescate es "cuando se produce un incidente ajeno a la voluntad de sus ocupantes (avería en alta mar, naufragio, accidente climatológico o por causas ajenas a la tripulación o pasaje), sin embargo, a lo que nos enfrentamos es algo que ellos mismos provocan y desean".
Además han lamentado que se les trate de refugiados, cuando son inmigrantes irregulares, "ya que no proceden de países en conflicto armado, sino que son inmigrantes irregulares". " Antes de llegar han pasado por varios países donde podrían haber pedido refugio y no lo han hecho".
"No queremos volver a pagar los platos rotos de Aznar y Zapatero"
La UFP se remonta a los años 2001 y 2005 cuando el Gobierno de Aznar y Zapatero realizaron procesos de regularización extraordinarios de inmigrantes, con "una mala planificación", que produjeron efectos llamada de inmigración irregular.
"El primer proceso (2001) produjo un efecto llamada de más de seiscientos mil de ciudadanos procedentes de Suramérica (Ecuador y Colombia principalmente) y el segundo (2005) produjo la llegada de más de un millón de irregulares procedentes de Rumanía, Bulgaria (vía pirineos) y África Subsahariana (vía Marruecos y Mauritania), y donde además el Gobierno tuvo que desplegar al ejército en las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla ante las avalanchas masivas y continuadas de subsaharianos que no se frenaron hasta que en el mes de octubre de 2005, la UE empezó a pagar a Marruecos los fondos correspondientes del “Plan África” y milagrosamente se acabaron las avalanchas".