Ha sido imposible su identificación. Llevaba demasiado tiempo sin vida en el mar, se estima que más de un mes y medio. Su cuerpo fue localizado en Ceuta, en la zona de Juan XXIII más próxima a las rocas.
Hoy ha sido enterrado en el cementerio de Sidi Embarek. La tumba 5116 acoge para siempre sus restos. No se puede saber quién era, eso es, sin duda, la mayor de las tragedias.
Así termina una historia más asociada a la tragedia de la inmigración. Una de esas historias que encuentra cobijo en una frontera sur marcada por las muertes y desapariciones.
Quedan muchos casos sin cerrar, entre ellos la desaparición de varios marroquíes tras ser arrojados por el patrón de una embarcación de pesca a la altura de Santa Catalina. Sus familias siguen esperando saber qué pudo pasar.
Despedida en el cementerio
En el cementerio se le ha rezado y despedido después del traslado del féretro por parte de la funeraria Al Qadr.
Allí, quienes ni siquiera le conocían, quienes no sabían de su vida ni de los motivos que le llevaron a marchar de su tierra, se han unido en este último adiós marcado por la dignidad, la que le corresponde a cada persona. Tanto como el respeto.
Algo que parece olvidarse con muchos de estos fallecidos que son objeto de grabaciones e imágenes innecesarias, impropias e indecentes.
Este varón murió en el mar y ha terminado localizándose su cuerpo tiempo después, ya sin nada en su poder, sin ni siquiera la ropa con la que marchó que podría haber arrojado alguna pista.
Ruta migratoria asociada a la muerte
En lo que va de año, la Guardia Civil ha recuperado 9 cuerpos sin vida en el mar, solo en algunos de los casos se ha logrado su identificación.
Es importante que haya denuncias y aportación de muestras de ADN para lograr que todos esos procedimientos se hagan con rapidez.
En cada tumba se registra una referencia para que siempre se sepa dónde están enterrados por si, al tiempo, pueden ser identificados.
Lograr poner nombre y apellidos a estas personas no solo es un logro para la propia Guardia Civil, sino que supone ayudar a las familias a cerrar el duelo, a saber precisamente qué pasó, pero también a intentar el traslado de esos cuerpos a su propia tierra para enterramientos cercanos.
La labor del Laboratorio de Criminalística
Los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil adscritos al Laboratorio de Criminalística trabajan en cada uno de los casos asociados a estas muertes. Pelean por desandar la historia, por ir atrás hacia el inicio para, al menos, intentar saber quién era y sobre todo calmar a sus familiares.
Se siguen protocolos establecidos. Cuando los agentes de Policía Judicial reciben el aviso de una persona fallecida acuden al lugar para recopilar los datos primeros sobre el caso, datos que se verán ampliados tras la autopsia del cadáver.
Las familias a las que les conste un desaparecido tienen que denunciar y dar, sobre todo la madre, una muestra de ADN.
Para los agentes de Criminalística resulta importante conseguir la identificación de los cuerpos sin vida llegados a las costas de Ceuta.
Es un trabajo al detalle que, de resultar positivo, puede ayudar a que la familia consiga la repatriación del cadáver para que sea enterrado en su país de origen.
No siempre se logra, pero hay casos en los que se puede atender esa petición familiar en la que además siempre está implicada la funeraria Al Qadr. Se ha dado casos de identificación años después de haberse localizado el cuerpo. Al menos se logra saber quién era.
Y nadie dice nada al respecto...? Nadie condena que esta pobre criatura tenga que ser enterrada en tan triste soledad? Es que solo sois capaces de haceros la foto con la banderita de turno que es lo que se lleva? Nadie, en este sepelio... Vuestra hipocresía lo deja así de claro .. pobrecito... Allah irahmo... Porque será el único que tenga piedad de ti.