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La XI edición de las Jornadas de Patrimonio arrancaron con talleres y visitas
En el año 2004 una excavación arqueológica en las inmediaciones de la Catedral dio por resultado el hallazgo de estructuras murarias fenicias del siglo VII a. C. así como piezas cerámicas procedentes de talleres del Mediterráneo Central y griegos del siglo VII. Con ello se corroboraban los relatos que mencionaban el paso de fenicios por suelo ceutí, y el legado que dejaron en la ciudad ha sido la temática escogida por la Sección de Patrimonio Cultural para organizar la XI edición de las Jornadas de Patrimonio para Jóvenes.
Unas jornadas que arrancaron ayer y que aprovechando el atractivo de la temática se han enfocado también para colectivos familiares, enmarcándola así, en el programa de Patrimonio para Familias 2017, que emana del éxito de actividades anteriores. El objetivo de las jornadas es ofrecer se trata de unas jornadas una alternativa de ocio cultural a los jóvenes durante la Semana Blanca y un medio para acercarles al patrimonio cultural de la ciudad, pero más allá de eso, Gabriel Fernández, el coordinador de las jornadas, señalaba que el principal objetivo que se persigue con este tipo de actividades es la diversión, “que se diviertan aprendiendo y cuando vuelvan a casa lo hagan con nuevos conocimientos y una experiencia enriquecedora”.
Por ello un grupo de unas 40 personas se daba ayer cita en la Basílica Tardorromana dispuesto a retroceder varios siglos en el tiempos para descubrir y conocer en primicia una de las principales sociedades de la antigüedad, la civilización fenicia, aprovechando además que la ciudad autónoma cuenta con uno de los yacimientos más antiguos de occidente.
Los fenicios eran expertos en acaparar productos exóticos de otras culturas, artículos raros que permitían a las élites presentarlas a la sociedad como forma de legitimarse en el poder. De ellos destaca la cerámica o el tratamiento del vidrio, por ello las jornadas comenzaron con un taller de elaboración de ungüentarios y ungüentos, el más característico de la época fue el perfume. Los participantes tuvieron la oportunidad de elaborar ungüentos, en el que se abordó de forma práctica las tradiciones en torno a los perfumes en el mundo clásico. Y además pudieron trabajar con elementos moldeados con arcilla.
Finalizados los talleres, el grupo se adentró en la Ceuta fenicia a través de una visita teatralizada que transcurrió desde el Museo de la Basílica Tardorromana al yacimiento de la plaza de África, incluyendo el conjunto escultórico del Paseo de las Palmeras y la escultura de Hércules.