La Asociación TDAH Ceuta y los responsables del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) mantuvieron una reunión para tratar la necesidad de la puesta en marcha de la Unidad de Salud Mental Infanto Juvenil. Sobre la misma, desde la entidad lamentan que “tras tres horas de reunión sacamos la conclusión de que todo va seguir igual”.
En la cita, a la que no pudo acudir el director territorial del Ingesa en la ciudad autónoma, Jesús Lopera, y en la que estuvieron el director del Hospital Universitario, el Dr. Maanan Abdel-kader, y el director médico de Atención Primaria, Juan Carlos Mata, desde la asociación trasladan que sienten que les llegan “buenas intenciones”, pero “siguen siendo palabras vacías”.
Sobre este asunto, comentan que desde el Ingesa les informan que “no hay problemas estructurales, ni económicos y que el hospital no tiene ningún problema para poner en marcha USMIJ”.
Asimismo, señalan que el problema radica en que a nivel nacional “no encuentran a ningún psiquiatra con cursos de capacitación infanto juvenil”.
Contratación
Por otra parte, se les ha comunicado que hay una contratación de una psicóloga infanto juvenil y que prevén la incorporación de una enfermera especializada en este asunto. Además, les han indicado que, a nivel nacional, “no existen aún psiquiatras infantiles ya que la primera promoción saldrá en el 2027”.
En este sentido, desde el Ingesa les han trasladado que los psiquiatras de adultos existentes en el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, junto a los pediatras, “pueden atender perfectamente a nuestros menores y adolescentes”.
“Y en casos de especial gravedad se está estudiando la colaboración con el SAAS para su derivación a las provincias de Cádiz y Málaga”, señalan desde la asociación TDAH Ceuta.
Sala de espera
En cuanto a la sala de espera para atender a los menores junto a sus padres, expresan que les han comentado que están trabajando para encontrar el espacio físico “que responda a las necesidades especiales que estos menores requieren sobre ruidos, aislamiento acústico, iluminación e intimidad y que no es fácil encontrarlo”.
En otro orden de cosas, también han hecho referencia a que se plantea reforzar el apoyo psicopedagógico, y también que el seguimiento de los menores recaiga en los pediatras, pero apuntan que “no se aborda el problema real, que es la falta de atención sanitaria especializada en salud mental infantil y adolescente”.
Por otra parte, también les han trasladado que están trabajando en eliminar las carencias actuales que están en ello y que están trabajando con mucho interés.
Para finalizar, durante la reunión, expusieron las necesidades que requieren urgentemente los menores, adolescentes y sus familias exponiendo sus demandas, “que garanticen los derechos fundamentales que hasta ahora se están vulnerando”.
Demandas de Asociación TDAH Ceuta
Entre estas estaban la ya consabida extrema necesidad de la creación de la Unidad de Salud Mental Infanto Juvenil (USMIJ); la eliminación de los ingresos de menores en unidades de adultos; la incorporación de profesionales especializados en infancia y adolescencia; y la revisión y asunción de responsabilidades por actuaciones pasadas.
Sobre estas, detallan que no piden “privilegios”, sino “el cumplimiento de los derechos fundamentales de nuestros hijos e hijas”, ya que la ciudad autónoma necesita “el cumplimiento de los derechos fundamentales de nuestros hijos e hijas”.
Conclusiones de la reunión
Una vez realizadas las demandas y celebrada la reunión, quieren exponer sus conclusiones sobre la misma, comentando que se repiten las “promesas incumplidas desde 2018” ya que este compromiso se lleva trasladando desde esta fecha.
Asimismo, consideran “insuficiente” el mensaje de que los psiquiatras de adultos pueden atender a menores tras realizar cursos de capacitación, y que piensan que estos “se forman para la atención a adultos, no para menores, y atender a la población infanto-juvenil requiere formación específica”.
La falta de un profesional psiquiátrico, de un neurólogo, sin la posibilidad de medicación ni de revisión de tratamientos, sin las evaluaciones médicas completas hacen difícil el desarrollo de este asunto y señalan que “el eslabón de la cadena sigue roto y el problema estructural persiste”.
Por otra parte, se preguntan que, si no es un problema de infraestructura ni económico, “¿por qué no se ha puesto en funcionamiento desde hace siete años? ¿Por qué siguen buscando un "espacio adecuado" cuando presumen de infraestructura disponible?”
En cuanto a la derivación de casos graves a hospitales de Cádiz y Málaga, recuerdan que Ceuta es un territorio extrapeninsular y que esta solución “no garantiza una atención adecuada ni segura”.
Igualmente reivindican la presencia de un equipo multidisciplinar, compuesto por psiquiatras infanto-juveniles o, en su defecto, neurólogos infantiles; psicólogos clínicos especializados; personal de enfermería en salud mental infanto-juvenil; trabajadores sociales y terapeutas ocupacionales; y coordinación educativa y social real.
Por último, enfatizan su postura indicando que la neurodiversidad “no puede ser una excusa para la falta de atención específica”.