Muchos se llevaron las manos a la cabeza cuando supieron que la Supercopa de España se disputaría en Marruecos para "promocionar" la Liga de fútbol en el país vecino. Se avecinaba tormenta en el momento que Luis Rubiales pronunció: "La final se jugará a partido único en Tánger, en el Stade Ibn Battouta". Esto no gustó a ninguno de los dos clubes, que preferían una Supercopa a doble partido para tener así un mayor impacto económico en sus arcas. Una coctelera de polémica que ha durado semanas y que terminó cuando el balón comenzó a rodar. Ahí, en ese preciso momento, se corrió un tupido velo y la fiesta del fútbol salió a flote para convertirse en la protagonista de uno de los días más importantes para la historia del deporte en Tánger, y en Marruecos.
Para este día en el país vecino, no podía faltar las cámaras de FAROTV. Un equipo compuesto por Reduan Ben Zakour, Mauro Mancebo y el que escribe se desplazaron hasta Tánger para grabar una Supercopa de España que ha pasado a los anales de la historia del deporte por la profesionalidad y la organización con la que se ha gestado la final.
Era un día grande para Marruecos, en sus manos estaban impresionar a España. Y no defraudó. Una buena organización gracias al despliegue de centenares de trabajadores que velaban por los allí presentes. Gran despliegue de seguridad en el estadio, con bastante policía marroquí en los aledaños, y por último la armonía latente entre dos aficiones que se conocen y respetan.
"Gracias ante todo. Pedimos respeto, que disfruten de la final y que prevalezca la amistad entre las aficiones", recitaba el speaker del partido minuto antes del comienzo.
En cuanto al partido, un golazo de Ousmane Dembélé, con un derechazo formidable a la escuadra, y un penalti parado por Marc André Ter Stegen en los instantes finales definieron este domingo en Tánger (Marruecos) la decimotercera Supercopa de España del Barcelona, ganador apurado frente al Sevilla (1-2) por una genialidad y su guardameta.
Desde el atacante internacional francés y desde el portero alemán, indispensables para la victoria, remontó primero y sostuvo su triunfo después el conjunto azulgrana en un choque competido desde el primer minuto hasta el último, cuando Wissam Ben Yedder falló la pena máxima que habría dirigido el duelo a la prórroga.
Cientos de ceutíes llenan las calles de Tánger
¡¡¡¡Ceuuuta, Ceuuuta...!!!! Costó lo suyo encontrar a ceutíes por Tánger, pero aparecieron. FAROTV recorrió varias veces los alrededores del estadio hasta que de repente una serie de voces situadas a 100 metros comenzaron a gritar: "El Faro, El Faro de Ceuta. Nosotros somos ceutíes, sacadnos por favor".
Una vez que apareció el primer ceutí a escena, llegaron las oleadas de ceutíes que habían acudido a la Supercopa de España. La gran mayoría de los ceutíes que fueron entrevistados iban con camisetas del FC Barcelona, excepto una inmensa minoría que se autodenominaban "antibarcelonistas", y que solo iban al estadio para ver "perder a su eterno rival".
La cercanía entre Ceuta y Tánger que están separadas por una distancia de 78 kilómetros ha provocado que cientos de ceutíes se desplacen durante todo el día de ayer para presenciar esta final de la Supercopa de España entre culés y sevillistas.
El 'Stade Ibn Battouta' fue como jugar en el Camp Nou
"Tánger es como jugar en Barcelona", aseguraba uno de los miles aficionados barcelonistas que se habían desplazado hasta el estadio para ver jugar a su equipo. No le faltaba razón. El estadio de Ibn Battouta de la ciudad del Estrecho parecía como si estuviera en las afueras de la ciudad condal, como si estuviera jugando en el mismísimo Camp Nou. Sólo faltaba ver en el césped a Joan Manuel Serrat interpretando el himno del FC Barcelona.
Los culés de Tánger y los llegados de todo Marruecos no lograron llenar los 45.000 asientos del estadio (hubo varios miles de asientos vacíos en la las dos esquinas), pero no dejaron de animar a su equipo y de abuchear sin remisión cada jugada del Sevilla. Coreaban el nombre de Leo Messi, incluso cuando sus propios compañeros no podían conectar con el argentino.
No solo el estadio era lo más parecido al Camp Nou, también Tánger. Su estancia las pasó recluido en un hotel de lujo, con una planta entera requisada para ellos en la que un cocinero llegado de Barcelona les sirvió su almuerzo para desazón de los aficionados que los esperaban en el lobby del hotel.
El Sevilla en cambio tenía ganas de ver las calles de Tánger. Su presidente, Pepe Castro, fue al centro de la ciudad a inaugurar la sede de la única peña sevillista del mundo árabe. Cabe recordar que los sevillistas desplazados hasta el estadio de Tánger no llegaban a los mil.
El VAR se estrena a lo grande
Se esperaba mucho de él, y no defraudó. Acertó en dar por válido el primer gol, y no tardó demasiado en dar el veredicto en el segundo gol.
Ocurrió a los 9' de iniciado el encuentro. Pablo Sarabia recibió un gran pase de Luis Muriel y no perdonó ante la presencia del portero Ter Stegen para abrir el marcador.
Sin embargo, el árbitro del encuentro tuvo que consultar con el VAR para validar el gol, ya que consideraba una posible posición de adelantada de Pablo Sarabia en el pase.
Federación de Fútbol de Ceuta ayudó en la organización de la Supercopa de España en Tánger
La Federación de Fútbol de Ceuta, con su presidente a la cabeza, Antonio García Gaona, se desplazó ayer a las instalaciones del estadio de Tánger para ayudar en la organización de un evento histórico para Marruecos.
La FFCE ha colaborado con la presencia de muchos ceutíes que han ido al Stade Ibn Battouta a presenciar la final de la Supercopa de España. La frontera entre España y Marruecos fue el primer impedimento, una vez dentro del país marroquí todo fue sobre ruedas hasta llegar al estadio marroquí donde se ha celebrado el encuentro.
El Sevilla pierde su tercera Supercopa contra el Barcelona
El Sevilla perdió (2-1) este domingo en Tánger (Marruecos) la cuarta final que disputaba de la Supercopa, torneo que sólo ha ganado en una ocasión, en su primera participación, y en la que sus tres derrotas fueron contra el mismo rival, el Barcelona.
Los sevillistas, además, han perdido las cinco finales que han disputado desde mayo de 2016, cuando ganaron la Liga Europa al Liverpool: cuatro días después cayeron ante el Barcelona (2-0) en la final de Copa, en agosto de ese año fueron batidos en la Supercopa de Europa (3-2) por el Real Madrid y en la de España por el Barça (5-0 en el global), que también les venció (5-0) en la última final copera.