Ashraf, el menor que pudo entrar en Ceuta con un flotador hecho a base de botellas de plástico y que fue devuelto a los pocos minutos, tiene por delante una nueva vida. La tiene de momento en Marruecos, aunque en su cabeza sigue rumiando la idea de marcharse a España o llegar a algún otro punto de Europa. Cuenta su hermana a El Faro de Ceuta, que tras conocerse su historia por los medios de comunicación una oenegé le ha prometido que le pagará un año de alquiler de la vivienda en la que ahora reside, en Casablanca. Además le han dicho que se harán cargo de sus estudios. Y Ashraf, cuenta su hermana, quiere ser peluquero. “Ahora está bien, contento”, asegura a este periódico, sin descartar definitivamente esa idea de prosperar, aunque la consiga por otros canales distintos a los que utilizó en plena crisis migratoria, rogando a los soldados sin éxito que no lo devolvieran, que entendieran su situación.
A sus 16 años, ha protagonizado la denuncia por una devolución en caliente
Precisamente el caso de Ashraf, denunciado por una oenegé en Ceuta, está bajo investigación de la Fiscalía. Pero no solo su devolución sino la de otros menores, aunque a la Delegación no le conste entrega alguna a Marruecos de quienes no han alcanzado los 18.
A sus 16 años, este adolescente vive con su familia adoptiva -se quedó huérfano-; el hogar al que ha regresado después de abandonarlo en febrero, sin que hasta su aparición en los medios de comunicación volvieran a tener noticias de él.
Ashraf de momento, dice su hermana, está tranquilo; aprenderá un oficio, pero la inquietud de dejar su país pesa encarnada en un niño como otros tantos que solo aspiran a llegar a Europa por las rutas clandestinas que encuentran. Y la que eligió este adolescente no fue otra que la de rodearse de botellas de plástico y bordear el espigón para, luego, intentar escapar de los soldados que lo condujeron, siguiendo instrucciones, a su país.
La Fiscalía, precisamente, ha reclamado conocer esas instrucciones, el contenido de las cámaras de la frontera por si recogieron esa imagen, además del vídeo grabado de manera íntegra por un fotoperiodista de la agencia Reuters.
Y quién paga a esa ONGetas?
Que se queden en su lamentable país. Y que regresen también todos del nuestro. No dan más que problemas.
Los estudios se los pagan en su país señores, no donde a el le de la gana, que si el pudiera elegir cualquier país del mundo no sería Marruecos, pero tampoco España. Y se los pagan por la repercusión que ha tenido por salir en la televisión, lo cual ocurre a menudo con cualquiera que dale en la tele
Tengo un familiar que quiere estudiar en EE.UU....quien la puede ayudar? Alguna Ong? Pedrito?
Si se llama Mohamed, al igual le ayudan
¡Cuanta razón tienes Carmina!
Mi sobrino quiere ser medico...es español...vendra una ong a pagarle la carrera...o se la pagara el gobierno...sus padres no pueden costearle la carrera.
Se es español, a pedir a una iglesia. En España primero ayudamos a los de afuera...
Claro, que vengan más todavía ¡ si se puede! ¡ si se puede! ¡ si se puede!. Para estar preocupado.