Tony Judt desarrolló pensamientos de gran interés para comprender las claves del desmoronamiento de los servicios sociales europeos y la evolución comparada del gasto social entre diversos países de Europa y América.
El gasto social es una de las claves para conseguir ámbitos aceptables de sostenibilidad socioeconómica que alcance al conjunto de los ciudadanos. Sin embargo, no conviene confundir el gasto social característico de las democracias modernas con el mantenimiento de un sistema que despilfarra el dinero y tiene un exceso de puestos públicos de empleo, véase el Ayuntamiento-Ciudad Autónoma que en gran parte funciona como una casa de acogida cara y con el dinero de todos. En este sentido, las últimas declaraciones del señor Carreira son más bien vacuas y patéticas pues cuando desmiente al propio Tribunal de Cuentas hace una defensa de lo puramente electoral, que es su verdadero negocio. Por eso envía un mensaje tan claro y disuasorio a los adversarios políticos pero adoradores del dios de los votos tanto como él. Por otra parte, se sabe perfectamente que cualquiera puede desmentir al tribunal de cuentas (escrito ahora a propósito con minúsculas) puesto que está ocupado por representantes de los partidos políticos que salen del congreso y del senado, por eso usted desmiente con tanta impunidad a pesar de que sabe que el capítulo uno es insostenible. Otro gallo cantaría si estuviéramos hablando de una institución sólida y eficaz que ayudara a la construcción de un orden político y democrático, mientras sea un feudo de políticos profesionales como usted no habrá problemas y no habrá réplicas u otras consecuencias.
A nadie puede escapar nuestra vocación de servicio a Ceuta en cuestiones que los presupuestos tradicionalmente han tratado de una forma marginal. Pero hay que reconocer que no vemos equilibrio en la atención de los recursos culturales y educativos y se marginan proyectos con una buena trayectoria sin explicación aparente. Mantener el Museo del Mar cerrado al público es mostrar a las claras que a la mayor parte de la cúpula política del Partido Popular no les importa la rentabilización social de las infraestructuras que se crean. Algo va muy mal, francamente mal, cuando el delegado del Gobierno, que por fortuna está siendo un buen aliado nuestro en esta lucha, tiene que hacer una defensa pública del Museo del Mar de Ceuta y lanzar un llamamiento público para que se recoja el mensaje. Debe indicarse, que por parte del Museo del Mar se han hecho los esfuerzos necesarios para llevar el proyecto de apertura a las distintas consejerías implicadas de la Ciudad Autónoma. A saber, la eterna consejera de Cultura se jubilará sin haber apoyado este proyecto de apertura aunque no tendrá gloria ninguna por este No hecho; Medio Ambiente tampoco quiso implicarse en este asunto y ahora se encuentra en una situación imposible por motivos obvios; El área de Turismo podemos indicar que no tuvo ningún interés en nuestra propuesta aludiendo problemas presupuestarios debido al capítulo uno que asfixia cualquier posibilidad de desarrollar una política turística equilibrada. Otros consejeros, como el de Sanidad, nos han estado ayudando moralmente pero sin el menor resultado. El equipo técnico de Fomento y la Consejera Susana Román están remando a favor de esta causa pero se encuentran limitados debido a las competencias. Hemos llegado a la conclusión que los déspotas de corazón no perdonan la crítica de nuestra asociación, aunque hemos intentado que sea constructiva, y la castigan sin importarles lo más mínimo llevarse a su propia ciudadanía por delante.
El tándem Vivas-Torrado prometieron hace ya bastantes años poner en marcha el proyecto de apertura del Museo del Mar, imaginamos que pensando en el ciudadano ceutí y en desarrollar un recurso turístico que la confluencia de los hados les ponía en bandeja de plata. Es algo tan barato, en términos económicos, de ejecutar que no cabe el fracaso en el cometido, así que solo la falta de voluntad y de actitud hacia un proyecto para la ciudad puede explicar la dejadez, habrá que empezar a pensar que todo lo que no tenga su color político no lo apoyan. Prometieron buscar fondos privados pero no lo hicieron y tampoco les interesa poner unas simples migajas de fondos públicos para abrirlo en beneficio de todos. Es verdad que gracias al propio puerto y a proyectos científicos que el museo ha estado obteniendo de diversos organismos públicos la institución se ha estado desarrollando plenamente. La apertura al público es el fin natural del museo, e impedirlo es crear una figura deforme con una distante relación social. Dejarlo cerrado es paradójicamente un culto a la deshumanización y nos llevará sin remedio a un periodo de discordia puesto que nuestra vocación es humanista.
Las formas irresponsables de realizar la gestión política mueven a los grupos de ciudadanos a rescatar modelos asamblearios de decisión y, al menos en parte, por estos motivos se ha producido una irrupción de una formación política surgida del famoso 15-M. Cuando se niega el derecho a crear espacios culturales como el Museo del Mar para disfrute de todos los ciudadanos y no se dan explicaciones convincentes al respecto ni se establecen unos acuerdos mínimos se está cayendo en un error que dirige hacia un proceso de sublevación progresiva. Y claro, si el señor Vivas, a pesar de su discursito marinero, no se toma en serio la apertura del Museo del Mar y el señor Torrado no la permite de una manera modesta y contextualizada hay que empezar a pensar hacia dónde podemos dirigir las protestas y como canalizarlas en beneficio de la apertura. Y todo ello sin que la cuestión nos obsesione o nos radicalice demasiado, en fin un reto difícil.
Por el momento, dejaremos un tiempo para que el delegado del Gobierno anime la cuestión de la apertura pues ha demostrado ser un fiel aliado de nuestra causa. Sin embargo, pensamos que lo que no se hizo antes ahora tampoco se va a hacer pues lo que falta es actitud y ganas de trabajar por hacer rentables lo que pagamos todos con nuestros impuestos.