Más de mes y medio después de su inicio, alrededor de una docena de médicos mantienen la huelga que iniciaron a principios de marzo para intentar forzar al Ingesa a que les pague el plus de exclusividad como si no compaginasen su actividad en la sanidad pública con consultas privadas.
El Sindicato Médico de Ceuta exige a la administración una negociación bilateral al margen de los órganos de interlocución habituales mientras los pacientes son los perjudicados directos por el conflicto de una forma inaceptable.
El Ministerio de Sanidad y el colectivo de profesionales en huelga deben ser capaces cuanto antes de alcanzar algún tipo de acuerdo que evite seguir dañando la asistencia a la ciudadanía por un conflicto económico que afecta a una parte de los facultativos y que debe poder resolverse sin utilizar a los ceutíes como rehenes para conseguir sus reivindicaciones, que se amparan en el marco de retribuciones que poco a poco se ido extendiendo por la práctica totalidad del país.
El ejercicio de la profesión en el sector público y en el privado debe estar ordenado adecuadamente para evitar disfunciones que solamente acaban perjudicando al Sistema Nacional de Salud.
Tras la decepcionante intervención de la semana pasada del ministro de Sanidad en el Senado, pasado mañana la atención sanitaria y las condiciones de sus profesionales volverá a ser objeto de atención en la Cámara alta con el PP claramente alineado con los médicos en huelga. Es necesario que la administración deje claro en el debate de la moción que se someterá a discusión cuáles son sus prioridades, a qué está dispuesta a ceder frente a la movilización actual y cómo afectará su solución al conjunto de todos los profesionales a su servicio.