El hallazgo de hasta seis tortugas marinas muertas en solo un fin de semana ha hecho saltar las alarmas obligando a que la asociación Septem Nostra presente un escrito urgente en la Delegación del Gobierno solicitándole que intervenga en un hecho considerado “de extrema gravedad”, elevando la queja oportuna al Ministerio de Medio Ambiente y actuando sobre las almadrabetas para que esto no vuelva a suceder. Las especies afectadas, son las denominadas Caretta caretta y Dermochelys coriacea, que están clasificadas como especies en peligro de extinción por la UICN. De hecho la Unión Europea considera a la especie Caretta caretta como prioritaria dentro de la red Natura 2000 y, en la normativa nacional, ambas figuran en el listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, estando la especie Caretta caretta dentro la categoría de vulnerable en el catálogo español (CEEA).
Pues bien, en los últimos días se han encontrado hasta seis ejemplares muertos y Septem Nostra sitúa la causa en las almadrabetas ubicadas en la bahía sur y que son explotadas por dos empresas. Pero también hace diferencias entre ambas, ya que advierte de que en el caso de la empresa ceutí, está mostrando un mayor grado de colaboración e implicación después de ser informada del tema. Lo está haciendo facilitando información, fotografías, videos y completando los estadillos en donde se apuntan las capturas accidentales. Extremo que no está siguiendo la empresa foránea que explota una de las almadrabetas, ya que “no está haciendo absolutamente nada”, denuncia Septem.
Desde que comenzó la instalación de estas artes pesqueras, la asociación intentó consensuar con el Área de Fomento de la Delegación y las dos empresas adjudicatarias un protocolo de actuación que hiciera compatible la actividad extractiva con la obligada conservación de las especies marinas que pueden verse afectada por estas redes, principalmente las tortugas y los cetáceos. En ese protocolo se contempla la acción de un buzo profesional al que se puede avisar para rescatar a estos animales y llevar un control de lo que suceda.
Septem ya dio traslado de un escrito al Ministerio en el que se informaba de la elevada mortandad de tortugas, reclamando así la elaboración de un estudio sobre la capacidad de carga del ecosistema local para sostener tres almadrabetas y la disposición de un protocolo de seguimiento para evitar o minimizar las capturas accidentales. “La respuesta de la administración fue que se le había dado ordenes al Instituto Español de Oceanografía (IEO) para llevara a cabo el estudio de sostenibilidad que habíamos requerido y que en las autorizaciones se les iba a exigir a las empresas que establecieran un protocolo con el fin de acabar con las muertes de tortugas marinas y cetáceos”, recuerda la asociación. Tras aquel mensaje y las últimas reuniones poco ha cambiado, y siguen encontrándose ejemplares muertos en el mar.
Además de solicitar la intervención rápida por parte de la Delegación del Gobierno, Septem Nostra tiene previsto denunciar este asunto ante el Seprona de la Guardia Civil para que intervenga de inmediato.