La clase política tiende a tener obsesión por el centro. Siempre ha sido así. Es como si se gobernara para dos ciudades distintas: está la Ceuta-centro y luego todo lo demás. Lo que pasa en el corazón preocupa y duele, mientras que lo sucedido en lo que etiquetan de periferia queda en un segundo plano. Es así aunque lo nieguen. Tontos tampoco son y hay que mantener el lema de que se gobierna para todos aunque no sea cierto.
Este viernes la psicosis llegó al Ayuntamiento hasta el punto de convertir la zona centro en prácticamente el cuartel de la Policía Local, con casi todos los efectivos disponibles en esta zona con agentes a pie. Si hacemos la cuenta de la vieja no nos quedaban patrullas para mantener cierta presencia en los barrios.
La justificación de que se mueve más gente en el centro y de que esto puede dar pie a picos de inseguridad no se sostiene. Otra cosa bien distinta es la imagen que quiere darse: la de un centro blindado y protegido porque es lo que se ve.
Así el mismo gobierno local que solicita siempre al Estado que todos los territorios sean tratados por igual es incapaz de aplicar esa norma en su propia ciudad.
Esa igualdad que se pide en Madrid no la sostiene el Ayuntamiento en su propia tierra, permitiendo un reparto discriminatorio de los recursos como ejemplificó en el servicio prestado este viernes por la Policía, obligada a ser la Policía Local del centro.
Y así sucede con todo. Ahora y antes, porque nada cambia cuando se pierde el norte y se busca gobernar a golpe de imagen y no de igualdad.
No es justo, resulta patético que sigamos mintiendo y escenificando modos de gobernar nada acordes con lo que pasa porque así se están promoviendo diferencias sangrantes que no harán sino acentuar más esa bifurcación social contra la que tanto deberíamos luchar.
Carmen hablé con el representante o competencia vial.
A ver si solucionan el problema de los apeaderos de los centros públicos docentes,otro año educativo tenemos a la ciudad colapsadas en horas salida colegios y en todos los alrededores por vehículos subidos en las aceras, los parques, en doble fila en sentido contrario. Porque no se puede vivir dignamente y que apliquen a los infractores con sanciones para que todo vuelvan a convivir con los demás con respeto y educacion. Tenemos días sobre todo de enfrentamientos de servicios públicos que deben realizar sus trayectos, los autobuses idem de lo mismo. Esto es un infierno de peleas y discusiones.
Las barriadas están huérfanas, sólo se acuerdan de ellas cuando va haber elecciones.