Las segundas oportunidades nos posibilitan enmendar errores, comenzar desde cero aunque partamos de menos algo, avanzar hacia la modificación de hábitos negativos hasta sustituirlos por positivos, etc Pero ¿todos tenemos derecho a esa segunda oportunidad?
Desde la psicología se nos advierte, en ese sentido, sobre los manipuladores crónicos, los mentirosos compulsivos o las personas tóxicas entre otros perfiles.
La juventud que no acaba de encontrar su sitio, o tal vez es que la sociedad no le ha cedido un espacio ¡sí que merece esa segundad oportunidad!
Voy a referirme a las Escuelas de Segunda Oportunidad. Que son aquellas que permiten que los jóvenes que han abandonado los estudios adquieran una formación elemental que les permita acceder al mercado laboral con garantías de conseguir un empleo. El concepto es sencillo, posibilitar a chavales de edades comprendidas entre los 15 y 29 años, sin empleo ni titulación, un modelo pedagógico original basado en una formación innovadora a través de itinerarios personalizados, un refuerzo en competencias básicas y laborales, experiencias prácticas en vinculación con el mundo empresarial, y un apoyo en demandas sociales con una especial atención a los más vulnerables. Es decir, reorientar a aquella parte de la juventud que ha sido excluida del sistema educativo. Porque el sistema, que no la educación, en demasiadas ocasiones actúa como una fuerza centrífuga que aleja al alumnado del eje de rotación de la inserción laboral distanciándolos de cualquier oportunidad formativa y con este modelo lo que se pretende es actuar como fuerza centrípeta que lo que haga es acercarlos cada vez más a este eje para que consigan una independencia y autonomía que les permita desarrollar su existencia libremente en una sociedad que ya no los vea como una carga sino como una aportación fundamental.
Para la Comisión Europea la finalidad de estas escuelas es “mejorar el acceso a los conocimientos favoreciendo el recurso a los mejores profesores, con ritmos de enseñanza adaptados, nuevas motivaciones, períodos de prácticas en empresa, material multimedia y con la instauración de clases con pocos alumnos” Lo importante, fundamental, que es la ratio educativa. La relación entre un número adecuado de dicentes, recursos y éxito formativo es directamente proporcional. La primera escuela de segunda oportunidad abrió sus puertas en Marsella en 1997.
Para aquellos clasistas que ya se estén revolviendo en sus ideales de segregación indicarles que además esta vía educativa y formativa contribuye a la búsqueda de la consecución de los siguientes objetivos de desarrollo sostenible:
- Objetivo 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos. (Educación de Calidad)
- Objetivo 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas. (Igualdad de Género)
- Objetivo 8: Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos. (Trabajo Decente y Crecimiento Económico)
- Objetivo 10: Reducir la desigualdad en y entre los países. (Reducción de las Desigualdades)
- Objetivo 17: Revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible. (Alianza para Lograr los Objetivos)
¿No creen que este tipo de iniciativas tendrían cabida en Ceuta?
Es imperioso, justo y necesario, aportar soluciones concretas y eficaces a cualquier joven sin empleo ni titulación como medio de superación personal y de reincorporación a una sociedad que en cierta forma le ha vuelto la espalda o él a ella. Fuese como fuere esto no se puede permitir y se debe revertir.
Como dijera Soul Etspes: “Quien malgasta el tiempo malgasta el único don que nos hace la vida y en un principio a todos por igual, luego el destino decidirá”