Como oro en paño quisiera,
guardar la flor
que llevas en la cabeza.
Porque eres como la seda,
fuerte y suave, luminosa y tersa.
No hay trueque que valga,
por más que me pidieran
y castillos, murallas y almenas
ofrecieran por tu gardenia.
Ni arcas repletas,
ni fastuosos regalos,
por esos pétalos marchitos
y ese esbelto tallo.
Una mujer que reza
Una mujer con poder
es una mujer que reza.
Una mujer que reza
es una mujer buena.
Una mujer buena
es una mujer que ama.
Una mujer que ama
es una mujer bella.
Una mujer bella
es una mujer que trasciende.
Una mujer que trasciende
es una mujer eterna.
Una mujer eterna
es verdadera mujer.