Los hechos ocurrieron pasadas las dos de la madrugada del pasado lunes 27 de marzo, según relata Sánchez. Aprovechando "el ambiente que había por el Ramadán" y las vacaciones del menor, salieron a dar un paseo hacia el parque nuevo de la barriada. "De repente escuché que algo se aproximaba por la espalda", explica Sánchez. Era un perro de gran tamaño que iba suelto. "Se iba a abalanzar sobre el niño y mi mujer puso el brazo, entonces lo agarró entre sus fauces tirándola al suelo y zarandeándola". La acera rápidamente se llenó de sangre y la mujer no paraba de chillar. "Me lancé a por el perro, tratando de quitárselo pero era imposible". "Una pesadilla", según rememora Sánchez, que pasó muy rápido. El ataque se detuvo cuando el dueño, que llevaba pantalones oscuros y sudadera gris, apareció en el lugar y llamó a su perro: "Cuando vio el percal que había armado, con la sangre y mi mujer en el suelo, rápidamente huyó y no pudimos alcanzarle". García, acompañada de sus familiares, tuvo que acudir de urgencia al Hospital, donde permaneció ingresada durante la noche, antes de ser intervenida en la mañana de este martes por el servicio de Traumatología. El parte médico indica que presenta "dos heridas con pérdida de tejido cutáneo y subcutáneo en el brazo izquierdo a nivel posterior, con colgajo de parte del triceps de una de ellas, lesión con exposición tendinosa en el codo, a nivel lateral y pérdida de tejido cutáneo y subcutáneo en la parte anterior del antebrazo". Tras las dos intervenciones realizadas, García ha sido dada de alta, pero sufre secuelas permanentes en tendones y nervios.