Este sindicato de Enfermería denuncia de forma pública una “inseguridad” que relaciona con el robo en las taquillas del pasado fin de semana.
Elisabeth Muñoz, delegada del sindicato de Enfermería, SATSE, insistió ayer en la “inseguridad” que, manifestó, existe en el Hospital Universitario del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, Ingesa. Un extremo sobre el que esta administración sanitaria optó por no realizar declaraciones a raíz del robo perpetrado en los vestuarios de Consultas Externas el pasado fin de semana.
Entre las reivindicaciones expuestas por esta organización sindical, destacan la instalación de botones antipánico y la mayor presencia de personal de seguridad en estas dependencias sanitarias. “Con las cámaras de videovigilancia no es suficiente”, aseguró Muñoz, “porque el problema se plantea cuando hay tan poco personal de seguridad que, aunque se visualice algo en el sistema de cámaras, no se puede mandar nadie para que vaya a impedir el delito”, en relación a la sustracción de dinero, prendas de vestir y otros efectos personales en los armarios de la plantilla.
Los turnos de seguridad, continuó la delegada del sindicato de Enfermería, se estructuran en tres franjas horarias de mañana, tarde y noche con cinco, seis y cinco vigilantes respectivamente. Sin embargo, puntualizó Muñoz, uno de estos efectivos permanece fijo en el control de cámaras y otro en la puerta del garaje, es decir, a las cifras iniciales hay que restar dos personas que no pueden abandonar el puesto asignado.
“En el sótano uno y dos, en ocasiones, se han encontrado a personas que, por accidente, se habían perdido”, señaló Muñoz, “pero voluntariamente también se podrá acceder”, con especial énfasis en la hipotética comisión de delitos. El Servicio de Farmacia del Hospital Universitario también cuenta con la localización de un vigilante, sin embargo, no habría ninguno, según trasladaron fuentes sanitarias.
En cuanto a los stands de planta en el nuevo clínico, SATSE se quejó de que se encuentran “totalmente abiertos” con lo cual, indicó Muñoz, “cualquier persona puede acceder a su interior y coger material o incluso llegar a agredir a un auxiliar, una enfermera o cualquier miembro del personal que trabaje en ese momento” debido a la ausencia de una barrera física que impida la entrada.
Los trabajadores sanitarios que sufrieron el robo en las taquillas del hospital sostienen que el Ingesa “aún no ha denunciado” los hechos ante el Cuerpo Nacional de Policía ni en el Juzgado, una “decisión” que critican por la inseguridad que les provoca esta situación. Por su parte, la Dirección Territorial comunicó que se plantea iniciar una investigación para esclarecer qué ocurrió en ese vestuario del Hospital Universitario.