Con la Selectividad 2025 a la vuelta de la esquina, la Universidad de Harvard ha revelado en el libro 'Make it Stick: the science of successful learning' cuáles son las técnicas de estudio más eficaces para retener información y mejorar el rendimiento académico, métodos que pueden ser útiles para los estudiantes de Ceuta. La Guía de Acceso y Admisión 2024/2025 de Uniscopio recoge y aplica estos principios para orientar a los estudiantes que se enfrentan a la Prueba de Acceso a la Universidad.
Según los expertos, muchas de las estrategias más utilizadas por los estudiantes no son tan efectivas como se cree. Releer apuntes una y otra vez, por ejemplo, no ayuda a memorizar a largo plazo si el contenido ya ha sido comprendido. En su lugar, Harvard recomienda una sola lectura y aplicar métodos que estimulen el recuerdo activo de la información.
Claves para aprender mejor
Una de las estrategias más valoradas por los especialistas es escribir a mano. Esta práctica obliga al cerebro a procesar y resumir la información, lo que refuerza la memoria y la comprensión. “Cuando escribimos, no solo copiamos: pensamos, sintetizamos y elegimos qué es importante”, destaca la guía.
Asimismo, los investigadores afirman que el cerebro retiene mejor cuando se cambian los temas de estudio con frecuencia. Es decir, en lugar de dedicar toda una tarde a una única asignatura, es más efectivo alternar entre distintas materias. Esta técnica, conocida como intercalado, mantiene al cerebro activo y mejora la capacidad de concentración.
Por otro lado, estudiar durante horas sin pausas también es contraproducente. El agotamiento mental reduce la capacidad de retener información, por lo que es fundamental alternar el estudio con descansos programados.
La técnica Pomodoro
En esta línea, la Guía de Uniscopio recoge también la Técnica Pomodoro, un sistema de gestión del tiempo que divide el estudio en bloques de 25 minutos de concentración intensa, seguidos de 5 minutos de descanso. Tras cuatro “pomodoros”, se realiza una pausa más larga de entre 15 y 30 minutos.
Este método no solo evita la fatiga mental, sino que ayuda a mantener la productividad sin necesidad de largas sesiones maratonianas. “Lo importante es la constancia, no la duración del estudio”, señalan desde la publicación.
Dividir los contenidos y estructurar el estudio en bloques breves mejora la eficiencia, permite un mejor seguimiento de lo aprendido y reduce significativamente el estrés previo a los exámenes.
Factores clave para superar con éxito la Selectividad
Además de aplicar las técnicas adecuadas, Harvard y Uniscopio coinciden en cinco factores esenciales para el éxito académico: preparación previa, buena planificación, motivación, elección del método de estudio más adecuado y la importancia de desconectar.
La guía subraya la necesidad de planificar con tiempo el calendario de las pruebas, distribuir el estudio semanalmente y evitar dejarlo todo para el final. También se recomienda repasar exámenes anteriores, disponibles en los portales de acceso de cada comunidad autónoma, para familiarizarse con el tipo de preguntas.
Otro aspecto fundamental es mantener una actitud positiva y confiar en uno mismo. Fijarse objetivos realistas y celebrar cada pequeño logro puede marcar una gran diferencia en la motivación del estudiante, sobre todo en momentos de alta presión como la Selectividad.
Cada estudiante es diferente
No todos los estudiantes aprenden de la misma manera. Algunos retienen mejor subrayando, otros prefieren hacer esquemas o escribirlo todo a mano. “No existe una única técnica perfecta, lo esencial es encontrar la que mejor se adapte a cada uno”, recuerda el documento.
Finalmente, los expertos recuerdan que el descanso es tan importante como el estudio. Dormir bien, hacer deporte y practicar técnicas de relajación ayudan al cerebro a funcionar correctamente y a afrontar los exámenes en mejores condiciones.
Prepararse para la Selectividad puede ser un reto, pero con una buena planificación, métodos efectivos y una mentalidad positiva, los resultados pueden marcar la diferencia. Harvard lo tiene claro: no es cuestión de estudiar más, sino de estudiar mejor.