¿Cuándo abrirá la frontera sin visado?, ¿es la traba que queda por resolver para la implantación de la aduana comercial en Ceuta y Melilla? Los medios marroquíes dan hasta fechas: abril, pero la realidad en nuestra ciudad es que ni siquiera se contemplan cambios en el tránsito fronterizo actual.
Tal y como aclaran desde la Delegación del Gobierno, ni les han trasladado novedades ni tampoco se han valorado ejecutarlas. La situación sigue igual: el visado manda y sin visado no se entra. Así, de momento, se va a continuar a pesar de los anuncios oficiosos realizados.
Lo que se da por hecho al otro lado de la frontera aquí de momento es un imposible. “Marruecos permitirá a los residentes del norte del país entrar en Ceuta sólo con su pasaporte, sin necesidad de visado”, publican los medios. “Incierto”, aclaran en nuestra ciudad.
Mantener el sistema de control
Las dos administraciones en esto han mostrado estar de acuerdo. Tanto Ciudad como Delegación mantienen que lo mejor es seguir con este sistema de control que solo canaliza las entradas de personas a las que se les ha concedido un visado permanente porque, por ejemplo, tienen contrato de trabajo.
Unas entradas que tienen además su tope desde que Marruecos vetara los visados españoles de validez territorial limitada. Decisión de otro país sobre la que España poco puede hacer más allá de encomendar a Exteriores que estudie este asunto.
De momento la negativa de las autoridades marroquíes es la que prevalece sobre la validez de una entrada de esos visados especiales, lo que ha tenido una consecuencia directa en la imposibilidad de nuevas contrataciones.
El número de extranjeros documentado con esa figura en Ceuta ronda ahora el millar, aproximadamente el 70% empleadas de hogar. Antes de la pandemia en la ciudad había más de 2.200 mujeres marroquíes dadas de alta como cotizantes a la Seguridad Social en ese régimen y el volumen de personas total que accedía a la ciudad para trabajar regular o irregularmente se estimaba en unas 8.000.
Las obras de la frontera siguen su curso
Las obras de la frontera siguen su curso, el Gobierno de España está encomendado a dar los plazos de la agenda pactada con Marruecos, pero a pie de frontera la vida, como dice la canción, sigue igual sin que ese constante runrún de anuncios tenga fundamento oficial.
Tras la reapertura de las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla hace casi dos años todos los marroquíes que desean acceder a ellas deben contar con un visado Schengen y ya no se consiente el cruce de esos pasos solo con su pasaporte a los residentes en las regiones de Tetuán y Nador, como hasta 2020.
Así seguirá siendo, mantiene la administración central, sin que se haya recibido ni siquiera indicación alguna de que vaya a haber cambios a corto, medio o largo plazo.
El espacio fronterizo admite una rumorología permanente, tanto que incluso ha dado pie a una auténtica campaña de bulos y desinformaciones que han incidido en presiones en el entorno del Tarajal, intentos de entrada movidos por las falsas esperanzas de quienes quedaron al otro lado del paso sin alternativas económicas en su país soportando el cierre del único grifo que tenían para seguir manteniendo a los suyos.