El rey Mohamed VI de Marruecos llamó a un diálogo "directo y sincero" a la vecina Argelia, su rival histórica en el Magreb, para superar sus discrepancias mediante un mecanismo político conjunto de consultas y cooperación.
"Marruecos está preparado para un diálogo directo y sincero con la hermana Argelia para superar las discrepancias temporales y objetivas que obstaculizan el desarrollo de las relaciones entre los dos países", dijo el monarca en un discurso pronunciado con motivo del 43 aniversario de la Marcha Verde, con la que el Sáhara Occidental pasó a la administración marroquí.
El monarca agregó que el interés de los dos pueblos reside en la unidad y la integración, y "sin necesidad de una parte tercera que intervenga o intermedie entre nosotros".
El llamamiento es novedoso tratándose de dos países que periódicamente llaman a consultas a sus embajadores o publican protestas diplomáticas siempre con el telón de fondo del Sáhara Occidental, pues Marruecos ha acusado repetidamente a Argelia de financiar y armar al Frente Polisario.
Cierre de frontera
Desde 1994, los dos países mantienen su frontera terrestre cerrada por decisión argelina, y en esa frontera se alza ahora un muro que recorre cientos de kilómetros.
Para iniciar el diálogo con Argelia, Mohamed VI propuso un "mecanismo político" conjunto de diálogo y cooperación, y dejó las puertas abiertas a la naturaleza, forma y el nivel de representatividad de los responsables que lo van a integrar.
Explicó que esa herramienta política tendrá como misión el estudio de todas las causas pendientes entre los dos países con "sinceridad, objetividad y buena intención", con una agenda abierta y sin condiciones, en alusión al Sáhara.
El monarca alauí aseguró que el diálogo pretende crear un marco de cooperación en todos los asuntos bilaterales, y sobre todo en lo que concierne a la economía y las oportunidad de desarrollo que existen en la zona magrebí.
Señaló que el previsto mecanismo político contribuirá también a la consolidación del diálogo y la coordinación bilateral en la lucha antiterrorista y la problemática de la emigración, dos aspectos en los que actualmente no existe ni siquiera el mero intercambio de información.
Sáhara
Aunque el rey se refirió a Argelia sin vincularla con el Sáhara, sí habló en su discurso del conflicto saharaui, y reafirmó que su país se enfrentará con firmeza a quien intente socavar los "derechos legítimos" de Marruecos o trate de desviar el proceso de la ONU y sus referenciales, que no son otros sino la propuesta marroquí de autonomía para el territorio.
Asimismo, agregó que Marruecos apoya "con sinceridad" los esfuerzos de las Naciones Unidas y de su enviado especial, Horst Köhler.
La ONU ha convocado una reunión entre las partes del conflicto (Rabat, Argel, Nuakchot y el Polisario) en Ginebra el 5 y 6 de diciembre pero todavía se desconoce el contenido de esa cita calificada de "mesa redonda".
Mohamed VI aseguró también que la vuelta de Marruecos a la Unión Africana no ha venido impuesta solamente por la necesidad de defender su tesis sobre el Sáhara en el continente, sino también para contribuir en la dinámica que vive este parte del mundo a nivel económico y de desarrollo.
Recordó que Marruecos va a invertir en asociaciones económicas "exitosas" con diferentes países y grupos económicos, incluida la Unión Europea, pero no aceptará ninguna asociación donde se ponga en entredicho su "unidad territorial".
Sin embargo, expresó su determinación para que los beneficios de estas asociaciones económicas tengan efecto positivo directo sobre la vida de la población del Sáhara.
Marruecos y la Unión Europea renovaron este año el acuerdo de pesca en un contexto complicado después de que el Tribunal de Justicia Europeo (TJUE) emitiese un fallo según el cual Marruecos no tiene soberanía sobre las aguas del Sáhara Occidental; el acuerdo todavía espera ratificación parlamentaria por ambas partes.