La Policía Nacional recibió ayer una llamada anónima minutos antes de las seis de la tarde alertando de un robo con fuerza en la céntrica y conocida cafetería ‘Apolo’, situada en la galería del mismo nombre adyacente al Paseo del Revellín. Cuando los efectivos policiales llegaron al lugar de los hechos se encontraron con la cerradura de la puerta de acceso a la galería forzada, aunque los ladrones la habían bajado después de perpetrar el asalto, y la puerta de la cafetería, de cristal, totalmente reventada. Asimismo, los ladrones, que habían conseguido huir antes de que llegasen las patrullas de la Policía, revolvieron los objetos situados cerca de la barra. En el suelo se hallaba una barra de hierro de la que presumiblemente se sirvieron para llevar a cabo el robo.
El botín del robo fueron los aproximadamente 700 euros que se encontraban en la caja registradora para el cambio. Los ladrones no intentaron forzar las máquinas recreativas, posiblemente por no disponer de tiempo para ello.
Minutos después de los hechos miembros de la Policía científica se encontraban en el interior de la cafetería recopilando posibles señales que revelasen la identidad de los autores mientras el dueño del establecimiento, Francisco Lagares, hacía balance de los daños ocasionados por los delincuentes que asaltaron el local entre las 15:30 horas y las 17:30 horas.
Contrariado aunque sereno, Lagares contó que era la segunda vez que su cafetería sufría un robo, pues unos ladrones ya habían forzado la entrada varios años atrás, robo que finalmente no pudo ser esclarecido por las investigaciones policiales. Mostraba su extrañeza por el hecho de que los ladrones no hubieran ni siquiera intentado forzar las máquinas de juegos.