La presión migratoria que afecta
al puerto de Ceuta no cesa, tampoco los intentos a la desesperada por colarse donde sea con tal de embarcar. Así, cuatro magrebíes se han escondido dentro de una batea que estaba en la zona de Poniente. Los gritos alertaron de su situación y la Policía Portuaria intentó sacarlos sin éxito, teniendo que pedir
apoyo a los Bomberos para que, con ayuda de una radial, cortaran y abrieran huecos para liberar a los atrapados. La situación vivida ha sido tensa porque había que actuar rápido para poder liberar a estas cuatro personas que habían conseguido esconderse pero no podían salir por sus propios medios de ese hueco. Con la intervención de los integrantes del Servicio de Extinción de Incendios se ha podido sacar a todos. El grupo ha sido entregado a la Guardia Civil que se ha encargado de su identificación.
Lo que ha sucedido en el puerto no es nuevo. Es el fiel reflejo de una presión que se repite de manera constante y que tiene siempre de protagonistas a aquellas personas que han convertido el lugar en su escenario de vida. Su único objetivo es cruzar a la Península y si para ello tienen que ponerse en riesgo, lo hacen.
En esta ocasión aún los policías y los bomberos se preguntan cómo pudieron encerrarse en estas bateas y quedar atrapados de esta forma. No podían ser liberados salvo que por parte del SEIS se les liberara cortando la chapa y sacándoles. De haber permanecido dentro, sin posibilidad de salir, quién sabe lo que hubiera pasado con sus vidas. Y es que esto es una apuesta continua por salir adelante, burlar a la muerte y conseguir el objetivo que algunos logran y que anima a que el resto busque en los buques, en los camiones o entre sus cargas la manera de abandonar Ceuta y de cruzar al otro lado del Estrecho.