La repatriación de las alrededor de 7.000 temporeras marroquíes desplazadas a la provincia de Huelva para trabajar en la campaña de la fresa va a comenzar este miércoles con un primer grupo de las que han sido consideradas vulnerables. Eso sí, ninguna de las autoridades ha especificado si finalmente podrán regresar a Marruecos por las restricciones puestas, con las fronteras cerradas.
La subdelegada del Gobierno en Huelva, Manuela Parralo, ha explicado a los periodistas que las primeras repatriadas son un grupo de "unas ocho o nueve mujeres" de un grupo de alrededor de 48 que bien por haber sido madres recientemente o estar en tratamiento médico, entre otras cuestiones, urge que regresen lo antes posible a su país.
Según ha apuntado, el regreso se irá haciendo de manera escalonada hasta completar el número total, si bien no ha precisado más detalles de cómo se realiza y con qué medios, aunque sí ha señalado que se cuenta con la colaboración de la Junta de Andalucía.
Parralo ha precisado que continúan las negociaciones con Marruecos para abordar el regreso de este colectivo, dificultado por el cierre de fronteras como consecuencia de la crisis sanitaria por la COVID-19.
Ha pedido a Marruecos "generosidad" para que estas mujeres puedan regresar y ha expresado su confianza en que fructifiquen las negociaciones: "Ha sido una campaña dura, no solo por el trabajo del campo sino porque el confinamiento lo es y se han unido las dos cuestiones".
"Nuestra intención es que la repatriación sea cuanto antes, porque su deseo es volver; es cierto que tienen visado hasta el 30 de junio y es prorrogable pero confío en que todo se agilice", ha concluido la subdelegada.
Estas temporeras fueron contratadas para la campaña de la fresa y los frutos rojos y los empresarios la la zona de Huelva ya manifestaron su preocupación por el destino de estas temporeras en el momento en que se quedaran desocupadas, una vez que acabó la recogida.