Los vínculos familiares del
seleccionador de Marruecos, Walid Regragui, con Ceuta no se limitan a su madre,
nacida en el zoco del Príncipe, y a los veranos que pasó en Loma Larga con su prima hermana Nayat Mustafa y su tío Mustafa Benmasoud, que le inculcó
la pasión por el fútbol. La genealogía paterna del entrenador le vincula también con la ciudad autónoma, donde hizo carrera Mohamed Enfedal 'Halami' como
sargento de Regulares. A esa parte de la saga de Regragui pertenece Sohora Abdeselam, que tras dos décadas en Sevilla hace nueve años puso en marcha una tienda de ropa, 'Acuarela', en el centro de Hadú. En el teléfono móvil guarda el último mensaje de voz de su primo en perfecto español: “Nos queda mucho trabajo, pero a ver si pasamos, inshallah, un abrazo”, resume el técnico que ha llevado a los Leones del Atlas
a las semifinales del Mundial, algo que
no había conseguido hasta ahora ningún combinado africano.
“Sus padres nacieron y se criaron en Ceuta y vivieron a caballo entre la ciudad autónoma y Castillejos, donde al jubilarse de Regulares se compró un terrenito para hacer una casa y una huerta donde pasábamos los veranos, aunque después mi tío se mudó a Francia”, se remonta la empresaria a su juventud, cuando la madre de Regragui tenía que quedarse a trabajar en el aeropuerto de Orly parte de los veranos y él se mudaba julio y agosto a la tierra de su familia.
En el país galo nació Regragui, con quien su prima hermana ha pasado largas etapas y mantenido el contacto asiduamente por vía telefónica o durante sus visitas a Ceuta, la última hace 7 años. Espera volver cuando termine el campeonato en Qatar, que le ha hecho protagonista a nivel mundial, aunque su familia lo veía venir. “Ahora es el bum, pero él ya había estado entrenando en Marruecos, en Qatar... Estamos muy felices por él porque es muy buena persona... Es muy buen niño y tiene muy buen corazón”, se emociona. La familia del seleccionador marroquí en Ceuta está siguiendo el Mundial en contacto por Whatsapp, así como con el resto de allegados repartidos por Europa (Holanda, Francia...) y el país vecino.
Después de seguir las victorias de su primo sobre España con el corazón partido y sus hijos equipados con la camiseta rojigualda y tras superar a Portugal, Abdeselam no está segura de poder ver ni la recta final del choque de semifinales. “El de España lo vivimos con el corazón partido un poco porque es mi primo, aunque mis hijos no estaban de acuerdo”, bromea sobre el peso de su cercanía con quien “ha hecho historia”.
“El partido de Francia creo que no lo voy a ver, porque cierro la tienda a las nueve de la noche y sobre todo porque me pongo muy nerviosa, pero yo creo que sí... Para que gane Francia, que lo haga Marruecos, sobre todo por él, que fue muy criticado y mira adonde ha llegado”, resalta Abdeselam. La prima del seleccionador marroquí que ha hecho historia no entiende que las victorias del país vecino se hayan convertido en un motivo de conflicto social y político en Ceuta y espera que entre la razón en quienes lo azuzan. “A mí no me parece bien porque al margen de los que somos de aquí en la ciudad también vive mucha gente de Marruecos que tiene derecho a salir a celebrar”, opina.
Abdeselam echa en falta más empatía: “Lo mismo que Marruecos se puso muy contento cuando España ganó el Mundial ahora nosotros... Más aquí en Ceuta, que somos vecinos... ¿Por qué esta polémica siempre? Yo soy española, punto, y no tengo que demostrárselo a nadie... Celebré cuando ganó España y ahora podemos alegrarnos de que un país que nunca lo había logrado haya llegado tan lejos... Se ha celebrado en todos los países del mundo, como hicieron los españoles en 2010... Tienen derecho a festejarlo”, concluye, “y si yo quiero, también. Lo que ha pasado me ha parecido muy mal”.