El portavoz del Gobierno anunció ayer lo que ya se llevaba esperando una semana: el cese de los viceconsejeros no electos y la disolución de las Viceconsejerías. Es el resultado de la sentencia del Tribunal Supremo donde se le recordaba a la Ciudad que los cargos que componen el Gobierno deben ser electos.
El Ejecutivo local ha decidido recurrir aunque, como primera medida, acata la sentencia y se pone manos a la obra porque el prescindir de estas siete personas supone que las tareas que eran de su competencia las debe de cumplir alguien. Entonces, ¿qué va a pasar ahora con el organigrama de la Ciudad?
El Gobierno no puede negar que ha sido un varapalo y por ello se anunció que la segunda medida a tener en cuenta ahora es una reestructuración de todo su Ejecutivo, en la que ya están inmersos y en la que los servicios jurídicos trabajan a pleno rendimiento para que otra sentencia no pueda tumbar esta estructura. El objetivo es claro: que la gestión de la Ciudad no se vea debilitada tras la supresión de las Viceconsejerías.
El portavoz del Gobierno, Alberto Gaitán, fue el encargado de dar todos estos anuncios, pero mientras que la semana pasada él mismo daba a entender que el Gobierno no iba a prescindir de las siete personas que encabezaban estas Viceconsejerías y que se iban a reubicar bajo otra figura, este viernes ya no estaba tan claro y no se sabe si están contemplados en esta reestructuración anunciada.
Por lo tanto, está por ver cómo la Ciudad se las va a apañar para que, con las Viceconsejerías fuera, la organización y gestión propia que tiene la Administración y, en concreto el Gobierno, no se tambalee.