La Policía Nacional de Ceuta ha llevado a cabo una redada en el último barracón habitado en el Sardinero, en donde han procedido a la identificación de los adultos y menores que viven dentro, en condiciones infrahumanas. Atendiendo las quejas de los vecinos, varios agentes han acudido al lugar, registrando como han podido estas infraestructuras y procediendo a la identificación de todas las personas que en ese momento se encontraban en el lugar. Acceder al barracón se ha convertido en tarea casi imposible, ya que el único acceso está prácticamente tapiado con amasijos de hierro a los que enganchan botellas de plástico llena de orines. Es una manera de evitar que accedan otras personas. Dentro hay basura y las condiciones de vida son pésimas generándose incluso un problema de salud pública.
Los inmigrantes viven tanto dentro del barracón que queda en pie como en un garito que han habilitado justo al lado, además de en chabolas que han construido en este terreno que, aunque está rodeado por una verja, sigue siendo usado como campamento paralelo. La Policía ha registrado todos los puntos no sin extrema dificultad.
Acumulación de basuras y riesgo de incendios
Los vecinos de las viviendas próximas denuncian la inseguridad que existe debido a la acumulación de basuras y a que, con el frío, los residentes en este punto prenden fuego a lo que hay. Por eso advierten a la Policía de la situación en que se encuentran. En muchos de los casos los agentes tan solo pueden identificar a estas personas y desalojarlas. Con los menores, se procede a su traslado al centro de acogida de La Esperanza de donde escaparán en cuestión de horas. Entre los programas urbanísticos previstos en la zona está el derribo de este barracón además de la habilitación de un carril, pero mientras que estos planes no avancen se da pie a este tipo de imágenes que son peligrosas no solo para los propios vecinos de las viviendas próximas sino también para los inmigrantes que allí viven y que están expuestos a peligros en la clandestinidad.