La
Audiencia sentará en el banquillo de los acusados a las hasta 16 personas presuntamente implicadas en un red de pase de inmigrantes que contaba con la participación de un sicario encargado de amenazar a los marroquíes por si exigían la devolución del dinero. La semana pasada hubo una vista previa a la celebración del juicio por si era factible alcanzar una conformidad entre las partes que hubiera evitado la celebración de juicio, algo que no fue posible dada la negativa de dos de los acusados a conformarse con las propuestas ofrecidas. Las penas máximas alcanzadas en el escrito de calificación inicial del Ministerio Fiscal -no las debatidas en el intento de conformidad- alcanzan los 10 años para algunos de los acusados. Todo ello por su
presunta relación en delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, aflorados después de la investigación que llevó a cabo la UCRIF de la Policía Nacional y que derivó en el desarrollo de un
operativo en la madrugada del 24 de marzo de 2019 que se saldó con una cadena de detenciones y registros en distintos puntos de Ceuta.
Los acusados, de acuerdo a los distintos roles delictivos con los que les relaciona la
Policía, habían alimentado un negocio sustentado en la cantidad de marroquíes que querían pasar a la Península, dispuestos a pagar entre 1.500 y 4.000 euros por obtener plaza en una de las embarcaciones controlada por la red. Disponían de pisos patera donde escondían a los inmigrantes antes del pase, contaban con un taxista para los traslados desde el Tarajal (entonces la frontera estaba abierta) hasta los domicilios, y hasta contaban con un sicario que se encargaba de amenazar a los que pedían la devolución del dinero si el viaje fracasaba. Entre los acusados figuran dos matrimonios, situados por la Policía en la pirámide delincuencial de este negocio.
La UCRIF los relaciona con salidas de embarcaciones sobre todo desde la zona de la Bolera y el cementerio, ubicando en Pino Gordo una vivienda abandonada que usaban para albergar a los magrebíes. Allí además guardaban las embarcaciones neumáticas y demás enseres para navegar. En los registros que llevó a cabo la UCRIF fueron encontrados además de embarcaciones y documentos, una pistola simulada que probablemente empleaba el sicario para amenazar a los inmigrantes. Este individuo nunca pudo ser detenido porque escapó, pero está declarado en situación de rebeldía. Durante distintos periodos de 2018 y 2019, la Policía Nacional estuvo detrás de la organización de salidas que, sospechaban los investigadores, no eran casuales sino que obedecían a una estructura bien preparada para comerciar con estas personas, trasladadas expresamente de Marruecos con el compromiso de que lograrían el pase desde Ceuta.