El Parque Marítimo del Mediterráneo de Ceuta, con motivo de su tercera década de vida, ha decidido homenajear a los trabajadores que se han jubilado y, por esta razón les ha entregado unas placas de reconocimiento.
Según explican desde la organización, este acto se ha llevado a cabo con el objetivo de querer reconocer la dedicación y el compromiso de su personal a lo largo de estos 30 últimos años en los que el espacio de la ciudad autónoma ha estado en funcionamiento.
Para realizar la entrega de los galardones han estado presentes: consejero de Comercio, Turismo, Empleo y Deporte, Nicola Cecchi; el director del Parque, Luis Márquez; y el gerente del mismo, Rafael Montero.
Por su dedicación durante este tiempo, se ha reconocido a: África Rivero García, Soledad Muñoz Campano, Mohamed Mohamed Kaddur, Mohamed Abdelkader Hossain, Alfonso Orozco Tristán, José Luis Trujillo Montes y Malika Mohamed Alí.
El Parque Marítimo del Mediterráneo
El Parque Marítimo del Mediterráneo fue inaugurado el 15 de julio de 1995 como un gran espacio público de ocio, cultura y naturaleza frente al mar, concebido para transformar la imagen urbana de la ciudad autónoma y dotarla de una infraestructura turística de primer nivel.
Su diseño fue obra del prestigioso artista canario César Manrique, reconocido por integrar el arte y la naturaleza en sus intervenciones arquitectónicas. De hecho, el de Ceuta fue su último gran proyecto antes de su fallecimiento en 1992, por lo que se considera su obra póstuma.
Inspirado en el Parque Marítimo de Santa Cruz de Tenerife, el recinto ceutí ocupa una superficie de más de 56.000 metros cuadrados, distribuidos en tres grandes lagos artificiales con agua de mar, zonas ajardinadas, solárium, cascadas, elementos volcánicos, espacios culturales y edificios de uso polivalente, como restaurantes, oficinas y un casino.
Desde su apertura, el Parque se ha consolidado como uno de los espacios más emblemáticos de Ceuta, punto de encuentro social y escaparate turístico. Su integración con el entorno, su valor artístico y su carácter abierto lo han convertido en un símbolo contemporáneo de la ciudad.






