El menú con el que ganó MasterChef 6, elaboraciones que se le “atragantaron” como los chochitos cántabros o propuestas del jurado componen Las recetas de Marta, libro que firma la dietista madrileña y que, según Samantha Vallejo-Nágera, es un “resumen” de todo lo acontecido en esta edición.
Este recetario, 100.000 euros y un máster en cocina, técnica, producto y creatividad del Basque Culinary Center de San Sebastián son las ganancias que le ha reportado a Marta Verona el título de vencedora de MasterChef 6 que logró el pasado día 9 tras una emocionante final contra la cubana Ketty Fresneda.
El pasado martes lo ha presentado en Madrid junto con la jurado Vallejo-Nágera, quien ha alabado a una “aspirante única por su alegría, sus ganas de aprender y su humildad”, “súper justa ganadora” pese a su “inseguridad total en sí misma”.
Albóndigas de verdel, conejo a la naranja, corvina en salsa verde con espárragos o sus verduritas son algunas de las recetas que propone esta aspirante a cocinera profesional de 22 años que asegura que “son sencillas, las pueden hacer hasta los niños, quedas fenomenal con ellas y están riquísimas”.
“Es MasterChef 6 resumido en un libro, como llevarse las recetas del programa a casa”, apostillaba Vallejo-Nágera.
Marta Verona, que acaba de finalizar sus estudios de Nutrición, sostiene que “se puede comer rico y saludable”, como demostró con su menú ganador de la final -gazpacho mediterráneo, caldereta de langosta y macarons de frambuesa- y por ello su “hoja de ruta”pasa por formarse en el Basque Culinary Center -algo con lo que soñaba pero que no había podido hacer porque sus padres no podían afrontarlo- y crear su propio “catering sano”.
Del programa se lleva “una familia de compañeros”, con los que ha vivido “los tres meses más bonitos” de su vida y el “aprendizaje” en cada programa, cada prueba y cada viaje porque, como dice Vallejo-Nágera, “MasterChef” es “un auténtico máster en cocina”.
Durante la grabación del concurso convivió con el resto de aspirantes en una casa “sin internet, móviles ni televisión”, en la que la principal ocupación era “cocinar sin parar”, así como “leer y charlar sobre cocina”.
Consciente de que aún le queda “mucho por aprender”, afirma que el “día más feliz” será cuando se suba al coche para acudir a la universidad gastronómica de San Sebastián, paso previo para cumplir sus sueños de “abrir las puertas de la cocina”.