Con el mes de abril llega el Ramadán, tradición musulmana que este año contará, como ya hizo en el pasado 2020, con la peculiaridad de la pandemia. Sin embargo, la ciudadanía marroquí se muestra esperanzada ante el avance de la campaña de vacunación contra la COVID-19. En un principio, parece que será el próximo 13 de abril el primer día del mes de Ramadán. Una fecha que cambia ligeramente cada en función del mes lunar en el que nos encontremos.
Los marroquíes están a la espera de las medidas que adoptarán las autoridades públicas para gestionar la situación epidemiológica durante este mes sagrado para muchos de ellos. Todo se debe a las restricciones sanitarias que, desde el mes de marzo del pasado año, impiden que ésta tradición se celebre con la normalidad de ocasiones anteriores.
Con la inoculación que pretende conseguirse con la administración de la vacuna contra el coronavirus a la población marroquí, la incertidumbre sobre si podrán o no relajarse algunas medidas de precaución ante la crisis sanitaria ya existentes como, por ejemplo, el toque de queda nocturno o las restricciones a los movimientos fluidos de personas queda, de momento, en una incógnita.
Las autoridades públicas de Marruecos advierten que el proceso de vacunación se encuentra en "muy buenas condiciones". Para concretar aún más, el ministro de Salud, Khaled Ait Al-Taleb, afirmaba en entrevista televisiva que las medidas cautelares que se dictaron para frenar la propagación del virus serán levantadas durante "el mes sagrado", el del Ramadán, si la situación epidemiológica se mantiene estable y la vacunación continúa avanzando a buen ritmo.
Hasta la noche de este viernes, el número de personas que había obtenido la dosis de la vacuna en la campaña de inoculación llevaba a cabo por el país vecino era, según apuntan informaciones locales, de más de dos millones de personas en todo Marruecos.