“Quiero un Islam español. Ni he recibido ni espero llamadas de Marruecos”

Economista y empresario, Mounir Benjelloum (Casablanca, 1952) se hizo un hueco en las portadas de los medios nacionales por primera vez en febrero de 2010, cuando descabalgó al ceutí Mohamed Hamed Ali de la Presidencia de la FEERI uno de los dos polos que ha fomado la Comisión Islámica de España (CIE) desde hace 20 años. Líder de la Federación Islámica de la Región de Murcia (FIRM), donde reside desde 1992, hace quince días se hizo con las riendas del órgano legítimo de representación de los musulmanes españoles tras otra asamblea no exenta de polémica.
- Su segunda gran aparición mediática ha levantado, de nuevo, una considerable polvareda. ¿Qué ha pasado esta vez?
- Desde mi nombramiento como presidente de la FEERI y nuevo secretario general de la CIE hemos intentado, con la UCIDE, convocar una Asamblea General con todas las federaciones. En noviembre de 2011 se aprobó un Real Decreto que les permite entrar en la Comisión, que ya no está restringida a las dos mayoritarias. Catorce lo han solicitado y forman parte de su órgano de Gobierno, que es la Comisión Permanente. Hemos intentado cambiar los Estatutos porque durante 20 años no han funcionado y no han podido integrar a todos los musulmanes de España. Hemos querido llegar a un acuerdo con los hermanos de UCIDE durante seis meses y el resto de federaciones y, tras alcanzar una gran cuota de acuerdo, cumplí con mi deber convocando una reunión de la Asamblea que concluyó con mi elección como nuevo presidente.
-Cuando reemplazó a Hamed Ali al frente de la FEERI le acusó de usar prácticas arteras para conseguirlo. Ahora Tatary afirma que las elecciones se convocaron “unilateralmente” y “sin tener en cuenta” a la mayoría de sus miembros. Sin embargo, en los nuevos Estatutos que propugna aboga por algo aparentemente lógico, que cada federación tenga en la CIE el peso que le dé el número de asociaciones que represente.
-Exacto. Para tener más representatividad y más legitimidad hemos pensado crear una Comisión Permanente como un Parlamento en el que cada federación esté representada en función de su número de asociaciones y no con un límite de 3 representantes, como hasta ahora. También proponemos que la sede de la CIE sea independiente de cualquier otra entidad y, sobre todo, que la Comisión funcione al margen de personalismo. Otro punto clave es la creación de las Comisiones Islámicas autonómicas, ya que hay federaciones con poco peso porque no están vinculadas a la CIE, y un órgano de coordinación entre todas ellas.
“Hay que arreglar el ‘patio”
- Más allá de cambios orgánicos, ¿cambiará algo de la esencia de la Comisión Islámica de España?
- A las instituciones se les hace caso cuando son fuertes y están bien organizadas. La CIE firmó el Acuerdo con el Estado de 1992, pero se ha quedado ahí. El cambio tiene que venir de ahí: primero arreglar el ‘patio’, tener una institución fuerte, con  mayor representación y participación, con espacios para hablar de lugares de culto, de educación, de ‘halal’, de centros penitenciarios... Después, presionar e influir para que se desarrolle el Acuerdo.
- Actualice los datos: ¿cuántos musulmanes viven en España?
- Se habla de entre 1,5 millones y dos millones. Nosotros apuntamos a esta última cifra.
- ¿Esa asociación entre la UCIDE y países de Oriente Medio como Arabia Saudí y la FEERI con Marruecos es un estereotipo o responde a la realidad?
- En la FEERI ya hubo un cambio de modelo. Mohamed Hamed Ali tenía vínculos clarísimos con el Gobierno de Marruecos y una parte de esa federación tenía claro que, sin estar a favor o en contra del Reino alauita, el Islam español lo tienen que decidir los musulmanes que viven aquí, sin agendas marcadas por otros países. El anterior Consejo de Gobierno de la FEERI tenía vínculos evidentes con el país vecino, del que recibió dinero y lo malgastó. Por eso se vinculó a la FEERI con Marruecos. El nuevo órgano ejecutivo apuesta por un modelo de Islam español que defienda sus derechos desde dentro.
- Habla de derechos civiles. ¿Está usted dispuesto a abrir el modelo de qué tipo de Islam es el más apropiado en España, de qué escuela es más conveniente seguir?
- Primero quiero hablar de derechos de los musulmanes como ciudadanos y de libertad de elección de culto. Nosotros no podemos imponer un modelo religioso. Las comunidades tienen toda la libertad para adoptar el rito malekí, el hanefita... pero la CIE debe ser neutra porque representa a entidades islámicas inscritas en el Registro, no a escuelas islámicas. Todavía no hemos llegado a definir el Islam español en términos de culto. Para eso hace falta ordenar nuestra casa y, después, debatir entre todos teniendo en cuenta la realidad española.
“Fui víctima de un ataque”
- Usted es marroquí. ¿No aboga por importar la práctica del Islam de su país?
- Soy marroquí nacionalizado español.
- En 2009 se le denegó la nacionalidad española, según publicó el diario ‘El País’, “por sus actividades irregulares o radicalizados’ (sic) y por sus vínculos con el movimiento marroquí Justicia y Caridad ‘cuyo objetivo es la instauración en Marruecos de un régimen islámico”. ¿Aquello quedó aclarado?
- Tengo la nacionalidad española desde hace un año y medio. En aquel momento fui víctima de un informe... De un ataque de algunos medios de comunicación con intereses claros para perjudicar mi imagen y radicalizar mi trayectoria. Al final se aclaró el asunto y el Ministerio de Justicia dictó a mi favor porque no había nada que impugnar.
- ¿Ha recibido alguna llamada durante los últimos días desde Marruecos, aunque solo haya sido para felicitarle?
- No, no he recibido absolutamente ninguna de países extranjeros. Sí muchas felicitaciones de instituciones españolas, asociaciones, autoridades, Comunidades Autónomas...
- “Si Marruecos quiso controlar a los musulmanes es España, se equivocó”. ¿Con frases como esa no espera una llamada?
- No, y no me preocupa si llega o no. Nosotros queremos trabajar en España, porque somos españoles, por un Islam español que mantenga una buena relación con todo el mundo árabe e islámico. Estamos abiertos a trabajar con todos los países para avanzar pero bajo ningún concepto aceptar interferencias o que nos marquen agendas dentro del territorio español.
- ¿Cuáles son los problemas cotidianos de los musulmanes españoles que considera más urgente resolver?
- El problema que tienen los musulmanes españoles es que en 1992 se firmó un Acuerdo que se ha quedado en papel mojado, sin desarrollar. Es un buen texto que defendemos en todo el mundo, pero no se está desarrollando. Sigue habiendo mezquitas que no se pueden abrir o se cierran... Nuestros derechos fundamentales siguen dependiendo de la voluntad política de un funcionario o un político. No hay mecanismos, leyes, que obliguen a cumplir el Acuerdo. Eso es lo que reclamamos, que el Estado asuma su responsabilidad para hacer leyes y desarrollarlo en materia de lugares de culto, comida ‘halal’, educación, comida en las escuelas...
- ¿Está al día sobre la situación de los musulmanes ceutíes y melillenses?
-La Comisión Islámica sabe muy poco, no solo de Ceuta y Melilla. Por eso queremos una coordinación, una representación de la CIE, una delegación, oficinas propias, para negociar el desarrollo del Acuerdo de 1992. Sé algo de las ciudades autónomas a través de los medios, que hay comunidades de la FEERI y  la UCIDE... Poco, pero espero que esto cambie en los próximos meses y años.
-¿Usted quiere que los musulmanes ceutíes dejen de esperar a que en la televisión marroquí digan si ha terminado o no el mes sagrado de Ramadán, por ejemplo?
- Todo esas cosas pasan por el vacío que ha dejado la CIE, que no ha hecho su trabajo durante veinte años, que no ha representado a todos los musulmanes, que no se ha dotado de sus instituciones, de su Consejo de Ulemas... Ha estado abandonada y, ante este hueco, suceden cosas como esas que usted menciona y que en el futuro no deben repetirse. Vamos a definir cuándo empieza el Ramadán, cuándo termina, temas de interés general como Zakat El Fitr, ‘jutbas’ adecuadas a la realidad española... Que no se entienda todo esto como que yo estoy a favor o en contra de Marruecos. Yo solo estoy a favor de asumir nuestra responsabilidad y de llenar vacíos para que nadie pueda interferir.
- ¿Tanto confía en su capacidad para ordenar este reino de taifas que dibuja?
- El Acuerdo de 1992 se firmó con la CIE, que tiene derecho a ir a las Autonomías, convocar a todas las entidades religiosas inscritas y crear la Comisión Islámica autonómica corresondiente, quieran algunas personas o no. En cada región se va a contactar con todos para crear ese interlocutor válido y único de los musulmanes porque el Estado sólo reconoce a uno, a la CIE, y cada Gobierno autonómico debe hacer lo mismo. Dudo que alguien no quiera formar parte.
- Todo esto piensa hacerlo ¿en qué plazo de tiempo?
- Nos hemos puesto un plazo de 6 meses para articular el nuevo modelo de la CIE con un ‘parlamento’ de 36 personas que represente todas las sensibilidades. A continuación, de forma inmediata, se crearán las autonómicas.  Es el primer paso de nuestra ‘hoja de ruta’. Después, la Comisión coordinadora, presidida por el presidente de la CIE. Espero que en un año podamos hablar de muchas Comisiones Islámicas autonómicas.
- Todo eso, si la UCIDE no judicializa su elección, ¿verdad?
- Es lo único que tememos, que este proyecto ambicioso se bloquee porque algunos no estén de acuerdo para mantener el protagonismo que han tenido durante 20 años y que tan poco ha servido a los musulmanes. Esperamos que los hermanos de UCIDE reflexionen y se integren. Nuestros Estatutos, que aprobaron en un 85%, integran a todos, no excluyen a nadie. Nos extraña su posición y su amenaza de acudir a los Juzgados. El proyecto es beneficioso para todos y el musulmán que está en la calle no sabe si es de UCIDE o FEERI. Lo que quiere es que se impartan clases de religión, que no se le impida usar el velo, que reciba asistencia en centros penitenciarios... La FEERI también ha perdido el 50% de representación garantizada que tenía en la CIE pero hemos reflexionado y hemos visto que de poco ha servido esa estructura.
El papel de los imames
- ¿Habrá años para acabar, en el imaginario colectivo, con esa perniciosa asociación entre Islam y los radicales que se aprovechan de él? ¿Están haciendo las cosas bien los políticos, las Fuerzas de Seguridad, los medios de comunicación, para acabar con los violentos y erradicar falsos prejuicios?
- Yo creo que cuando tengamos una CIE abierta a todos podremos escuchar y debatir al respecto. Yo no puedo valorar si las Fuerzas de Seguridad han hecho bien su trabajo o no. Nosotros queremos representar un Islam moderado, de los españoles, que defiende valores constitucionales y democráticos, que vela por la seguridad de todos. Esa es la CIE que queremos representar. Cuando tengamos las herramientas de trabajo y la Comisión recupere su capacidad de hacer llegar este mensaje poco espacio quedará para los violentos que, ante el vacío, han aprovechado la coyuntura.
-¿Formación imames?
- Yo fundé la Federación Islámica de la Región de Murcia, donde lo primero que hicimos fue ser conscientes de ese problema. Podemos tener un imam perfectamente válido en Marruecos, Senegal o Argelia, pero no en España. A veces nos hemos encontrado imames que cogían su jutba de Internet, hecha en Irak o en otro país, y lo primero ha sido formar a los imames. La CIE debe asumir ese papel y acreditar a los imames tras formarles sobre el papel que debe jugar en su comunidad y la sociedad, el mensaje que debe llevar... La CIE llevaba 20 años sin hacer nada más que pelear por estar ahí, por estar por estar, por eso vamos a presentar un proyecto muy ambicioso que incluirá la formación de nuestra gente, entre ella los imames, un pilar fundamental para solucionar más de un problema de los que hay hoy en día.

La nueva CIE, “el Parlamento de los musulmanes”

Un giro tras veinte años. La Comisión Islámica de España es el legítimo órgano representativo del Islam y de los musulmanes ante la ciudadanía y ante la Administración para la representación, negociación, firma y seguimiento de los acuerdos con el Estado recogidos en la Ley 26/1992. En 1967 se promulgó en nuestro país la primera ley que permitía a los musulmanes organizarse, tras un paréntesis de siglos, constituyéndose en 1968 la primera Asociación Musulmana en Melilla, de carácter local, y la Asociación Musulmana de España (AME), de ámbito nacional con sede central en Madrid. Con la Constitución de 1978 se promulgó la Ley Orgánica de Libertad Religiosa, ahora en vigor, y se constituyeron la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE) y la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI), procediendo ambas a constituir conjuntamente la Comisión Islámica de España (CIE), integrada a su vez en el Consejo Musulmán de Cooperación en Europa (CMCE), órgano representativo ante la Unión Europea. Benjelloum piensa transformar su Comisión Permanente en un órgano de 36 miembros que sea “una especie de Parlamento de los musulmanes de España” repartidos por federaciones en función de sus asociaciones adheridas y no por igual, como ahora.