Está muy claro que la situación se ha ido de las manos, pero, al final, como en casi todo el territorio nacional. Ya se ha demostrado que en nuestra ciudad los contactos ya no nos vienen de fuera, sino que se ha convertido en un virus de contagio comunitario. Lo tenemos en Ceuta desde hace muchas semanas y por muchos esfuerzos que se hagan, o llegan tarde o no sirven para nada. Pero tampoco se nos debe escapar que, desde el punto de vista sanitario, nuestra dependencia es del Ministerio de Sanidad, Salvador Illa, que aunque se lleve muy bien con nuestro consejero de Sanidad, Consumo y Gobernación, Javier Guerrero, tal y como éste nos cuenta cada dos por tres, algo que tendrá que decir sobre nuestra ciudad. No todo va a ser Madrid. La dependencia en otros puntos del territorio nacional, tanto de salud pública como desde el punto de vista sanitario es de las comunidades autónomas, pero en el caso de Ceuta es única y exclusivamente del señor Illa y más concretamente del director general del Ingesa, a quien, desde luego, no hemos visto por nuestra ciudad a lo largo de todos estos meses. Por tanto, que no se nos olvide que también en Madrid hay alguien que tiene la obligación competencial de preocuparse por Ceuta aunque seamos muy pocos y en escasos kilómetros cuadrados.