Cada día a las ocho y media de la mañana comenzaban a montar todo el dispositivo de vacunación en el polideportivo de la Libertad. Una labor encomendada a los sanitarios de la Consejería de Sanidad con el apoyo de Cruz Roja y la Asociación de Voluntarios de Protección Civil y Amgevicesa. La Ciudad abría a mediados de mayo este punto en ‘La Libertad’ con el objetivo de administrar más dosis y agilizar la campaña. Se convertía así en el tercer lugar donde se inyectaban vacunas en nuestra ciudad, ya que el Ingesa también las está administrando en el centro de salud de Otero y continúan en el Palacio de la Asamblea. Hoy, esa faceta, ya forma parte de la historia.
Sillas, vallas, algún que otro cartel de vacunación… señales aún pegadas en el suelo, papeleras, contenedores, equipos informáticos que se habían instalado, gel hidroalcohólico, colchonetas para los que se mareaban y separadores han sido testigos en estos tres meses atrás de las miles de personas que han pasado por aquí para vacunarse.
El Pabellón de La Libertad cerraba sus puertas al público este pasado lunes. Pero aún sigue abierto para los trabajadores de la consejería y el personal de Cruz Roja que está recogiendo todo y desinfectando el recinto para devolverlo a su estado habitual. Apenas queda nada ya de todo el dispositivo con el que contaba la Ciudad en este punto.
El recinto tuvo que ser habilitado por el Gobierno ceutí a mediados de mayo como consecuencia de la necesidad de vacunar cuanto antes a toda la población. En este periodo, el pabellón ha albergado una media de 300 personas, que a diario acudían hasta él para recibir su dosis contra la vacuna. Aproximadamente 21.500 dosis se han puesto en 'La Libertad'.
En los próximos días, ‘La Libertad’ recuperará los entrenamientos y partidos de las diferentes especialidades deportivas que hay en nuestra ciudad. Una buena noticia para muchas agrupaciones que tenían que entrenar en otras instalaciones y que ahora podrán volver a estas.
Un capítulo más que se cierra en la vida de este pabellón que ha demostrado su versatilidad acogiendo inmigrantes como albergue durante muchos meses y en los últimos, como punto de vacunación. El COVID-19 pasará a la historia como uno de los mayores restos a los que se ha enfrentado la humanidad. Al pie del cañón para frenarlo ha estado el Pabellón de La Libertad.
