Se ha escrito mucho sobre el deterioro que sufre el crematorio hindú. Las instituciones y la propia comunidad son los principales interesados en que este espacio deje de ser objeto de un vandalismo y unos asentamientos que hasta ahora han resultado inevitables, y que también han acabado con la imagen que hoy muestra a todo aquel que se acerque. La puerta de entrada rota, permitiendo su acceso a cualquiera; los grafitis, adornando sin piedad los muros, lejos del espíritu para el que había sido creado; sus estructuras y elementos de construcción, destrozados.
Hoy el crematorio hindú presenta un aspecto que dista mucho del que debería tener, y es la misma Comunidad Hindú la que quiere poner fin a la degradación sufrida por este espacio. Con tal fin, ha buscado en varias ocasiones reuniones con las instituciones para proponer soluciones y revertir el problema. Y así lo hizo antes de verano, con la presentación de un anteproyecto a cargo de la arquitecta Teresa González Sánchez-Herederos, en el que se quiere plantear la utilización del espacio por parte de todas la confesiones que incluyan el procedimiento de la cremación en sus creencias.
Un espacio integrado en el entorno, en la naturaleza y en color, en aras de una armonía y un respeto que respira tolerancia por sus esquinas; un espacio que, de esta forma y con esta propuesta, ganamos todos, ante la siempre muy criticada ausencia de unas instalaciones adecuadas para despedir a nuestros seres queridos cuando son incinerados, una demanda sobre la que se insiste mucho por parte de la ciudadanía y que, gracias a este proyecto, podría dar una solución a este problema que, hoy por hoy, no cuenta con opciones mejores o, al menos, tan factibles.
Este proyecto que defiende la Comunidad Hindú busca rescatar del olvido esta construcción dándole un valor añadido y haciendo su uso extensivo a todas las confesiones religiosas que contemplen la cremación y, por añadidura, protegerlo de la triste historia de la que ha sido protagonista fatídicamente en los últimos años.
Un espacio equilibrado pensado para que nos acompañe a todos en el recogimiento, la reflexión y la meditación en esos momentos tan complicados de despedida de nuestros seres queridos, un espacio ampliamente solicitado por todos y que hoy tiene una solución viable con la recuperación y rehabilitación del crematorio hindú.
A ver cuanto dura si hace...