El mes de octubre llega acompañado de protestas. También en Marruecos, que hace muy pocos días se encontraba en el punto de mira con la esperada repatriación cuando, tras seis meses de fronteras cerradas, el Gobierno marroquí decidió abrir el llamado 'pasillo humanitario', provocando alegrías pero también descontento entre quienes no pudieron cruzar al otro lado. Esta vez, el país vecino vuelve al foco con nuevas demandas por parte, en este caso, de los más jóvenes.
Así lo manifestó la Juventud Federal de Tetuán durante la mañana de ayer mediante una serie de protestas dirigidas a la presidencia del Consejo de la Comunidad de Tetuán. El motivo, según los manifestantes, es el hermetismo y falta de transparencia por parte de la entidad gubernamental, a la que achacan estar dando un enfoque meramente político que, indican, tan solo agrava las condiciones locales.
Las protestas se enmarcaron, además, en paralelo a los trabajos de la sesión ordinaria de comienzos del nuevo mes recién entrado que, entre otros puntos importantes, abordaba el próximo presupuesto para 2021.
Pese a tratarse de un acto crítico con las instituciones, el escritor regional de la Juventud Federal de Tetuán, Fadi Al-Wakili Asrawi, confirmó en un comunicado a “Al Shamal 24” que la forma de dicha protesta se produjo en el contexto de la libre expresión de las preocupaciones de la gente. La situación general se agrava no solo en Tetuán, sino en todo Marruecos, dadas las complejas circunstancias a las que se someten quienes se han visto afectados por las secuelas de la pandemia. Unas consecuencias que van más allá de la salud y la seguridad pues también influyen en lo económico, así como contribuyen a acrecentar la precariedad. Especialmente de los jóvenes, un colectivo más vulnerable pues actualmente se encuentran entre el yunque de la migración, limitada por la pandemia, y el martillo de las drogas.