El mundo del fútbol ya no será igual en Tánger tras la desaparición en el mar de dos futbolistas del Ittihad Tanger, Abdellatif Akhrieff y Selmane El Harrak, en la playa de Restinga. No hay datos sobre su paradero, pero quedan los recuerdos de lo que a todas luces ha sido una auténtica tragedia.
Antes de este suceso, el jugador Selmane El Harrak prometió a su madre luchar para participar en el Mundial de 2030, pero el destino tenía otros planes para él. A pesar de las intensas búsquedas no se ha conseguido ninguna evidencia sobre su paradero.
Miembros de la familia del jugador, una de las víctimas de la tragedia en la región de M'diq-Fnideq, revelaron las grandes ambiciones deportivas que tenía este joven talento del equipo Ittihad Tanger, ya que esperaba ser parte del primer equipo nacional en la Copa del Mundo de 2030.
Un futuro prometedor en el mundo del fútbol
Su tío, en declaraciones a los medios marroquíes recogidas por el portal web tanjalaan.com, indicó que había prometido a su madre tener un recibimiento real en referencia a su deseo de lograr una victoria con el equipo nacional durante el Mundial que se celebrará en Marruecos junto a España y Portugal.
El tío de Salman, desaparecido desde el sábado, afirmó que su relación con su madre era muy fuerte, y que ella lo acompañaba en sus entrenamientos y en su vida diaria, lo que contribuyó al desarrollo de su talento.
Este familiar elogió su manejo profesional del balón y su talento futbolístico, lo que llevó al entrenador nacional Said Chiba a convocarlo al equipo nacional marroquí de menos de 18 años, y también llevó al entrenador de Ittihad Tanger, Hilal El Tayyar, a llamarlo para unirse al primer equipo durante su concentración de entrenamiento para la nueva temporada.