Detenido el 24 de noviembre pasado en el Tarajal por la Guardia Civil, el condenado conducía un ‘coche patera’ l Cometió 3 delitos.
Un ciudadano de origen marroquí de 21 años y cuya identidad responde a las iniciales A.E.B. fue ayer condenado a prisión tras cruzar el 24 de noviembre pasado la frontera del Tarajal con dos subsaharianos, hombre y mujer, escondidos en dobles fondos de su vehículo, preparado al detalle como ‘coche patera’, y ser detenido de inmediato por miembros de la Compañía Fiscal de la Guardia Civil.
La condena se la impuso ayer el tribunal de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta, toda vez que reconociera los hechos y se mostrara conforme con la petición de condena elevada por el Ministerio Fiscal, en base a la comisión de tres delitos: uno, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, por el que le cayó cuatro años, que cumplirá entre rejas; otro, de falsedad de uso de documento oficial, por el que se le añadió medio año más de cárcel, si bien estos seis meses quedaron suspendidos por un tiempo de dos años y el pago de 1.200 euros; y el tercero, contra la seguridad del tráfico, pues no tenía permiso de conducción, y por el que se le impuso una multa más de 2.700 euros, de modo que deberá hacer frente a un total de 3.900.
Todo ello es, por tanto, la consecuencia judicial de unos hechos que se desataron cuando el joven fue interceptado de madrugada, en el transcurso de uno de los controles llevados a cabo por la Guardia Civil, después que los agentes descubrieran a dos subsaharianos de Guinea Conakry escondidos en dobles fondos. El vehículo, modelo Mercedes-250, había pasado ya el control marroquí y fue en el realizado por la Benemérita, tras pasar el documental del CNP, cuando se detectó a la pareja de inmigrantes.
Uno de los subsaharianos fue liberado del interior del motor y el otro de un doble fondo practicado entre el respaldo del asiento trasero y el depósito de combustible. Estos huecos son realizados a conciencia, en los talleres de Marruecos en donde se preparan los ‘coches patera’ para que puedan circular sin problemas tras habilitar huecos que sirvan de ocultación.
Como suele ser habitual en estos casos, una vez comprobada la matrícula del coche, la Guardia Civil supo que las placas de las matrículas habían sido falsificadas ya que no se correspondían con las del coche original, circunstancia que fue ayer corroborada por la Justicia española mediante sentencia firme elevada por la Audiencia Provincial en nuestra ciudad. Cabe destacar asimismo que este tipo de vehículos suele estar a nombre de terceras personas, ya que así funciona el entramado activado para facilitar la entrada de inmigrantes por esta vía.
Tal y como recogió El Faro en su edición inmediatamente posterior al día de los hechos, el pase se llevó a cabo en una jornada de enorme presión en la frontera, marcada por largas colas tanto a un lado como al otro del paso. Hubo aquel día esperas incluso de dos horas, por lo que las circunstancias en las que se encontraba la pareja eran tan extremas que podía haber generado consecuencias dramáticas, como así recoge el escrito del Ministerio Público al que ha tenido acceso esta redacción: “Las personas ocultadas iban en condiciones tales que el riesgo para sus vidas era evidente”.