El activista y político marroquí Said Chramti, que reivindica Ceuta y Melilla para Marruecos, se encuentra actualmente en prisión preventiva en Marruecos, tras ser acusado de incitación a cometer delitos y de recibir financiación extranjera de carácter sospechoso.
Según El Faro de Melilla, el pasado viernes 10 de octubre, la Fiscalía del Tribunal de Primera Instancia de Nador ordenó su ingreso en el centro penitenciario de Zeluán. Chramti es presidente de la Asociación del Gran Rif por los Derechos Humanos y se autoproclama “responsable de las operaciones de campo” dentro del Comité para la Liberación de Ceuta y Melilla.
Entre los cargos que se le imputan figuran la incitación a la comisión de delitos, tanto leves como graves, mediante medios electrónicos, además de la recepción de cantidades de dinero procedentes del extranjero. Dichos fondos, de acuerdo con la acusación, habrían servido para financiar campañas de propaganda dirigidas a cuestionar la unidad nacional y la soberanía marroquí, lo que constituye una vulneración de la normativa que regula la financiación foránea y la actividad asociativa en el país vecino.
Obtención de dinero mediante extorsión
El procedimiento judicial también contempla acusaciones de haber obtenido dinero mediante extorsión vinculada a la difusión de escándalos, así como por insultar a funcionarios públicos y a instituciones en el ejercicio de sus funciones. A esto se añaden cargos relacionados con la difusión de información difamatoria que afecta a la privacidad de terceros, el uso ilegal de datos personales y la incitación a declarar en falso.
Por ahora, la investigación sigue su curso dentro de los trámites legales previstos, y se está a la espera de los avances que se produzcan en las próximas sesiones del proceso.
No es la primera vez que se enfrenta a la justicia marroquí

Conviene recordar que no es la primera vez que Chramti se enfrenta a la justicia marroquí. En 2013 fue condenado a un año de prisión por promover disturbios en la frontera con Melilla, y en 2014 recibió otra condena de un año y medio por portar armas e insultar a autoridades en el ejercicio de sus cargos.
A lo largo de los últimos años, Said Chramti ha protagonizado múltiples incidentes en la zona fronteriza de Beni-Enzar, donde se le atribuye la incitación a lanzar piedras contra agentes de seguridad y su implicación en bloqueos de camiones.
Entre los episodios más recordados figura su participación en la mutilación del brazo de la estatua de Pedro de Estopiñán, situada en Melilla la Vieja.
Más recientemente, en diciembre del pasado año, animó públicamente a los marroquíes residentes en Ceuta y Melilla a inscribirse en los censos electorales de Marruecos con el propósito de crear un bloque electoral capaz de ejercer presión política contra quienes “cerraron las fronteras comerciales y arruinaron la vida de muchas personas que dependían del tránsito económico” entre ambos lados de la frontera.
Considerado como el número dos del Comité para la Liberación de Ceuta y Melilla, su figura ha vuelto a ganar protagonismo este verano tras la reactivación de dicha organización, que ha endurecido y ampliado su discurso. Si antes se centraba en la reivindicación de las ciudades autónomas, ahora extiende sus demandas a los peñones e islotes del norte de África, considerados por este grupo como “territorios ocupados”.






