El presidente de la Ciudad y el delegado del Gobierno coincidieron ayer, más allá de sus diferencias ideológicas y de partidos políticos, en poner en valor la vigencia de la Constitución Española que cumple 45 años. Casi medio siglo después de su aprobación, tanto Vivas como García acertaron al señalar que sus principios y valores siguen plenamente vigentes.
Entre ellos está la defensa de la unidad de España como patria común e indivisible de todos los españoles, el pueblo español como titular de la soberanía nacional, el Estado Autonómico como expresión política de la rica diversidad de España, la división de poderes y la independencia del poder judicial, la igualdad de todos los españoles ante la ley sin ningún tipo de discriminación ni privilegios de impunidad, la libertad en cualquiera de sus manifestaciones y la solidaridad como cauce para la cohesión social y territorial.
En aplicación de esos cimientos el presidente del Ejecutivo local hizo bien en reivindicar una vez más de los poderes públicos del Estado “la realización continuada, decidida y enérgica de un plus de esfuerzo adicional” para compensar y paliar los múltiples condicionantes que tiene Ceuta, donde confluyen riesgos y amenazas sin parangón en ningún otro punto del país salvo en Melilla.
La administración autonómica debe encontrar en los representantes de la central en la ciudad sintonía para plantear esa reivindicación justa desde la lealtad institucional y la vocación de colaboración, así como desde la moderación y la responsabilidad.
La apelación a la unidad y la plena vigencia de la apuesta por el diálogo también son mensajes acertados en este tiempo político en el que la confrontación se erige en protagonista.