El presidente de la asociación de vecinos de la barriada del Príncipe, Abdelkamil Mohamed ‘Kamal’, ha acusado a las autoridades de ser los responsables de la dejación y abandono que hay en puntos de la ciudad como el Príncipe y de la generación de los llamados guetos, cuya existencia era denunciada esta misma semana por el grupo político Vox en la Asamblea de Ceuta.
“Si verdaderamente hay guetos en la ciudad como dicen es por que los han creado con políticas discriminatorias, falta de planificación en medidas educativas y sociales que están llevando a barriadas como el Príncipe a convertirse en el gueto que muchos esperan”, ha denunciado en declaraciones a El Faro de Ceuta.
El barrio arrastra elevadas tasas de paro, falta de horizontes para muchos jóvenes, deficiencias en infraestructuras... y todo esto afecta directamente a uno de los núcleos poblacionales más elevados de Ceuta.
“No negamos que hace falta seguridad, pero esto debe estar acompañado con políticas activas de empleo, formación, apoyo educativo, etc. Lo cual revierta la situación de los jóvenes que tras abandonar los estudios a una edad temprana, sin formación alguna más con el añadido de la discriminación por ser del Principe, sufren una desesperación. Entre nuestros jóvenes, algunos ven el mundo de la delincuencia como la salvación”, lamenta.
“Hay que atacar el problema desde la raíz, no llenando las cárceles sino llenando las calles de gente cualificada y formada que den prosperidad a nuestra ciudad”, concreta el presidente de la barriada.
Las quejas del Príncipe se mantienen en el tiempo sin obtener una respuesta debida por parte de quienes gobiernan que ayude a aliviar la situación asfixiante que soporta.
Y así, día tras día, familias que quieren salir adelante, que se esfuerzan por un futuro luchan contra una losa que les pesa sobremanera solo por eso, por vivir en el Príncipe, uno de los barrios olvidados de nuestra ciudad.
Cuantas verdades en tu exposición André Sanaté. Pero yo añadería " echar una manita en ayudarlos, no vendria de más".
Todos sabemos que el fracaso escolar es culpa de los progenitores, niños sin educación que solo van a molestar a clase, entorpecen la labor del profesor y retrasan a sus compañeros. Hay algo peor que no tener el graduado de la E.S.O y es no tener vergüenza.
Cuando no tienes lo segundo no mereces ni que te ayuden.
Si de verdad pensaran en sus hijos estarían atentos a lo que hacen en el colegio y en los institutos. Se preocuparían de sus notas y de que fueran educados.
A todos estos fracasados solo les queda emigrar a Cataluña, Madrid, País Vasco o el extranjero. Aquí en Ceuta no hay trabajo.
Espero que este comentario no me lo censure, como acostumbra, El Faro. Respecto de El Príncipe están muy bien todas esa medidas que se cuentan, pero hay algo más. Sobre todo, el fracaso escolar. Cuando paso por la barriada veo a numerosos jóvenes apoyados en las paredes, en las del Polifuncional y enfrente, en las de las casas del antiguo Poblado de la Legión, junto a la farmacia, en las inmediaciones del antiguo cafetín Mohito, en la Plazoleta, en todos lados hay jóvenes sin hacer nada y ociosos. ¿Qué preparación académica tienen? Sospecho que muy escasa, y en algunos casos ninguna. Tienen que empezar ellos mismos a hacer un esfuerzo por conseguir una titulación. Actualmente, los trabajos sin calificación se van terminando, hay que saber algo más que coger un pico o una pala. Estos jóvenes deberían asistir a clases de adultos o a FP. Tienen que ir ellos a esos centros, lo centros no van a venir a El Príncipe. Y aún hay más, si no se consigue un puesto de trabajo (con preparación) hay que estar dispuesto a salir de Ceuta, instalarse en la Península o en el extranjero. Pero para ello, insisto, hay que estar muy preparado.
Por otro lado, hay que empezar a retrasar la edad de formar una familia si no se tienen medios para ello. Y, sobre todo, disminuir el número de hijos. Como mucho, dos es suficiente. En Ceuta hay demasiada población y los puestos de trabajo son escasos, y poca formación en los jóvenes. El Príncipe está abarrotado de menores de 25 años.
Y, en fin, olvodarse de la violencia. La violencia, en parte, viene de la mano de la ociosidad. Si estás echado sobre una pared un dia y otro, es fácil que te invada la rabia, la deseperación y la violencia por no poder tener lo que te gustaría. No hay que dejarse llevar por las letras de las canciones de ese llamado Khalid el Paisano, u otros. Esas letras llaman al desánimo, cuentan que otros son culpables de tus miserias y de tus problemas. Nada más lejos de la realidad. Uno se labra su futuro, incluso sin la ayuda de los demás. Es muy fácil echar las culpas a otro y tú sigues sin mover un dedo, apoyado en la pared. Nada es fácil, nadie va a hacer el esfuerzo por ti. Tú, solo tú, con tu esfuerzo, podrás conseguir lo que desees. Así que ánimo.
(Ahora, administrador de esa cueva de censores que es El Faro, vas y me lo censuras).
Descripción de la realidad. Muy exacta pero políticamente incorrecta. Algo parecido fue dicho off the record en su momento por la entonces consejera de asuntos sociales Carolina Pérez, y le costó el cuello.
Esconder la cabeza bajo el suelo como los avestruces es lo que tiene.
Amigo Santolaya, este ya no es el Príncipe que yo conocí hace mas de 50 años. Lo conocia como la palma de mi mano y a los que allí vivían, cristianos, muchos, y musulmanes, no muchos. He recorrido todas las calles, la calle Fuerte, cuando en el fuerte estaba la GC, la calle San Daniel, la calle Maria Jaén, en donde estaba la vivienda y la escuela de D. Antonio Marfil, la Plazoleta con el Mercado, el antiguo y el que construyeron después, donde todos los jueves compraba un par de kilos de chuletas de cordero. Las monjas que estaban junto a la iglesia, y daban clases de corte y de cocina, al párroco, Juan de Dios, que celebraba misa los sábados para los niños cristianos de las escuelas, el cartero, sr. Reviriego, las escuelas del llamado comedor, con la directora Dª Meli, D. Pablo, que enseñaba Matemáticas como nadie y en su clase se aprendia jugar al ajedrez, D. Carlos, al que llamaban Pichi, Dª Maribel y Dª Trini y D. Adolfo en las desparecidas escuelas de la Legión del Poblado legionario. En las escuelas de las Casas Nuevas, con Dº Antonio y Dº Cristóbal. También conocí al Guarda Jurado, que vivía por donde está hoy la farmacia. En aquel entonces se celebraba el Patrón San Alfonso del Príncipe, y se sacaba su imagen por las calles, y, por supuesto, todas las fiestas musulmanas. Aquel Príncipe era un barrio saludable y agradable. Casi todas las tardes tomaba el té en el Mohito, o compraba un bocadillo en el Mirobriguense, que estaba a la entrada de la barriada, a la derecha, frente a lo que entonces era el Poblado Legionario. Entonces El Príncipe era la mitad en tamaño de lo que es ahora. Se celebraba el día del Medinaceli, cuya imagen estaba en la iglesia, la gente subía al Príncipe sin necesidad de policías, como ahora, cuando bajan la imagen en procesión. No conocíamos la palabra 'racista' ni 'xenofobia'. ¿Qué ha pasado, pues? ¿Cuándo empezó a joderse El Príncipe? ¿Por qué?
Los padres también tienen que implicarse en la educación de sus hijos, menos frecuentar cafés, (soy ateo), pero el Islam empezó diciendo, lee (ikrah) y también dice, seguir la ciencia hasta China si es posible. El que es dueño de la educación, es el dueño del mundo.