Prevención, diagnóstico precoz, controles… Son términos que deben ser recordados en días como este 4 de febrero, en el que se reafirma, de nuevo, la lucha contra el cáncer desde las instituciones.
Los ciudadanos tienen que servirse de los recursos existentes para combatir esta enfermedad a tiempo, atendiendo las citas, revisiones y precauciones que los expertos consideren necesarias.
De igual manera, las propias instituciones tienen que ser capaces de ofrecer medios y profesionales suficientes como para atender a pacientes con cáncer sin que tengan que vivirse situaciones extremas como las derivadas de falta de oncólogos, de suspensión de citas o de tardanzas en tratamientos.
En días como hoy no se tiene que olvidar el tono reivindicativa, el necesario toque de atención hacia unas administraciones que deben estar implicadas con los medios suficientes como para atender con garantías al ciudadano.
La detección precoz es determinante, sí. Pero de igual manera lo es una administración sanitaria que sepa responder, que tenga músculo suficiente como para reaccionar y aportar tranquilidad a pacientes que no pueden verse afectados por la inquietud en torno a la continuación de sus tratamientos.
Hoy, más que nunca, hay que alzar la voz para garantizar una asistencia suficiente, rápida y eficiente para que la lucha contra el cáncer sea cada vez más efectiva.