Cinco sanitarias residentes de Ceuta han sido premiadas por analizar las consecuencias de las agresiones a sanitarios. Este estudio, galardonado este jueves durante el XI Encuentro de Salud Mental en Sevilla, indaga cuál es el impacto que generan estas situaciones en enfermeros y médicos de la ciudad desde 2013 hasta mayo de 2024.
Un informe que arroja un total de 67 intimidaciones, en su mayoría hacia mujeres enfermeras que trabajan en el área de urgencias.
La inquietud en este grupo en formación de llevar a cabo esta investigación surgió tras atender las quejas de varios compañeros que alegaron haber sufrido algún tipo de ataque en el desempeño de su labor.
“Habían llegado varios trabajadores a declarar estos hechos ya sean por parte de un paciente o de un familiar o de ambos”, explica Almudena Montes, directora del proyecto. “Vi la necesidad de analizarlo desde 2013 para tener una fecha y ver cuántas veces se ha dado y las consecuencias psicológicas que esto conlleva”, detalla.
Visibilizar el sufrimiento
Una vez observado cada suceso y determinadas sus causas, las residentes del área de salud laboral han plasmado las conclusiones de esta investigación en un cartel ilustrativo para facilitar la divulgación de los resultados más destacables. El objetivo de esta iniciativa es, precisamente, dar visibilidad a estas agresiones “para que haya conciencia sobre ello”, señala Montes.
“Muchas veces lo escucho. Han agredido recientemente a dos sanitarias, a dos compañeras, no solo físicamente, también verbalmente en el centro de salud Otero”, comenta. A través de datos tratan de hacer entender a los usuarios del área de Ceuta que el personal “sufre, que son humanos y que son de carne y hueso”, aclara.
El cartel no solo reúne números y porcentajes. Versa también sobre las repercusiones más predominantes en estos casos a nivel psicológico. Gran parte de los afectados se ven expuestos, sobre todo, a padecer crisis de ansiedad, en concreto, el 54% de los sanitarios. A este efecto le siguen el desarrollo de estrés postraumático, un 31%, e insomnio, con un 8%. El 46% de los profesionales recurre a una incapacidad temporal de una media de 36 días y que, según el caso, ronda desde los dos hasta los 168.
Fundamentalmente los ataques son verbales, un 42%, aunque el porcentaje no dista mucho de las físicas, que acumulan un 33%.
Las menos habituales son las que mezclan ambas formas de intimidación con un 25%.
Las agresiones en cifras
Mayoritariamente el blanco son mujeres, un 79%, de las 67 agresiones que se han producido en Ceuta. El grueso tenía lugar en el servicio de urgencias, con un 26%, al que le siguen, por orden en psiquiatría, en hospitalización y en centros de salud.
Los lugares en los que se dan con menos frecuencia son en las consultas, en los puntos de información y en el domicilio o en la vía pública. Las víctimas son, sobre todo, enfermeras.
“Por ejemplo, el otro día las compañeras tuvieron que suspender toda la mañana de consulta y la mañana del día siguiente. No fue por culpa de ellas, fue por un paciente que las agredió. El resto de usuarios también sufren consecuencias”, asegura Montes.
Ella y Amal Mohamed, Belén Mantas, Nazareth Rodríguez y María Domínguez quieren darle voz a los afectados y arrojar luz sobre esta problemática que atraviesa el sector.
“Hay que concienciar de que no se puede agredir a las personas, que hay que tratarlas con respeto, sobre todo a las que te cuidan y que quieren siempre lo mejor para ti”, destaca Montes.
Las agresiones se dan “desde siempre”. La residente cree que no hay que inculcarle al sanitario cómo tiene que defenderse. “Creo que, al usuario, que en un momento dado podemos serlo todos, hay que educarlo”.
Considera que el respeto hacia los sanitarios “se está perdiendo” y achaca en parte la actitud de estos pacientes o familiares a “la desesperación por las largas listas de espera”.
Montes recuerda que los sanitarios “no tienen culpa” de esta situación y que son “un trabajador más”.
