La demolición del negocio del comercio transfronterizo dejó desierto el antiguo hormiguero de los polígonos del Tarajal, que durante años bullían con el trasiego de miles de porteadoras con todo tipo de mercancías hacia el país vecino, una actividad que España y Marruecos acordaron erradicar acabando con la imagen tercermundista que proyectaba de Ceuta y que causaba pérdidas millonarias aduaneras para el país vecino, que durante años la consintió como una suerte de economía de subsistencia.
Tras el cierre durante más de dos años de la frontera, primero por la pandemia y después por el conflicto diplomático entre Madrid y Rabat, el espacio que en sus años más boyantes mantenía unos 200 empleos directos regulares, según las estimaciones del organismo autónomo Servicios Tributarios, ha iniciado una lenta reconversión del fardo al comercio al por menor con la demanda local como objetivo empresarial.
Según han detallado fuentes de la Ciudad Autónoma en declaraciones a este periódico, “en 2022 se reactivó la actividad y se concedieron licencias nuevas dedicadas al almacenaje y venta menor de muebles y enseres para el hogar, taller mecánico, venta recambios automóviles y venta mayor y menor de prendas de textil y de textil hogar”.
En lo que va de 2023 se han concedido otras cuatro para venta de muebles y artículos de hogar, almacén y venta de pequeños electrodomésticos y taller de chapa y pintura”.
Además, actualmente se encuentran en trámite otras siete licencias “para venta menor de muebles, venta y taller de reparación de neumáticos, taller de reparación de vehículos y carpintería metálica y de madera”.
“Antes de la pandemia”, radiografían el giro de los polígonos desde la administración local, “la mayoría de las actividades estaban encaminadas a almacenaje y venta de ropa usada en fardos, observándose un cambio de tendencia hacia la venta de mobiliario y enseres para el hogar y talleres mecánicos y de chapa y pintura, carpinterías metálicas y de madera”.
Los empresarios activos reclaman servicios básicos como limpieza y seguridad
En la actualidad y tras numerosas escisiones de las naves en otras más pequeñas por parte de sus propietarios, la zona cuenta con unas 300 repartidas entre los polígonos Tarajal I, Tarajal II, Chimenea y Alborán. Los dos últimos son, según los empresarios asentados en la zona, los que concentran la mayor parte de las reaperturas.
“Hay muchas naves en alquiler y hay interesados en ellas, pero la normativa es muy estricta y exige inversiones de 8.000 o 10.000 euros que echan para atrás a mucha gente”, argumentan propietarios activos que también lamentan que “nos topamos con una falta evidente de servicios básicos como seguridad o limpieza que lastran las posibilidades de repunte y generan un círculo vicioso, ya que la Ciudad se escuda en que se trata de un espacio privado y la Comunidad, con muchos menos miembros que abonen sus cuotas que antes, carece de recursos”.
De todas las naves existentes, unas 70 cuentan con licencia para ejercer alguna actividad, aunque no existen datos exactos sobre si tras la crisis de la enfermedad del coronavirus se encuentras abiertas al público.
El resto “nunca han solicitado licencia, ésta se encuentra en trámite, teniéndola se encuentra en suspensión hasta la subsanación de deficiencias o cuentan solo con permiso de implantación y sus responsables están a falta de solicitar la de utilización”.
La Asamblea asumió hace dos años y medio una propuesta de Caballas para diseñar y ejecutar aprovechando los fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia un plan que, “contando con el diálogo y la participación de los propietarios, y desde la colaboración público-privada”, permitiese “reiniciar la actividad en la zona con nuevos proyectos incardinados en el nuevo modelo productivo que se pretende implantar ligado a la economía digital”.
Esa línea no ha dado, sin embargo, hasta ahora, ningún rédito. Las más de medio centenar de empresas ligadas al juego en línea y servicios auxiliares que se han implantado en la ciudad y que, según el Gobierno local, han generado unos 500 empleos directos y ocupado “miles” de metros cuadrados de oficinas se han decantado sobre todo por el centro para su radicación en Ceuta.
En agosto de ese mismo año la Ciudad acordó destinar 5 millones de euros a la adquisición de naves para ampliar el almacén municipal, construir dependencias públicas para el servicio de limpieza o facilitar el aterrizaje de empresas tecnológicas, pero ninguna de esas ideas ha fraguado tampoco. En el expediente de modificación del Presupuesto de este ejercicio se van, de hecho, a reconsignar tres como remanente.
Los apuntes
300 Naves
Los cuatro polígonos del Tarajal concentran alrededor de 300 naves de las que actualmente unas 70 cuentan con licencia para ejercer alguna actividad. Entre el año pasado y lo que va de 2023 la Ciudad ha concedido o está tramitando cerca de una veintena.
Negocio
- Demanda local. Del almacenaje de fardos y la venta de ropa para Marruecos se ha pasado a nuevos negocios dirigidos a atender la demanda local ligada a lo sectores del textil, los electrodomésticos, los muebles y enseres del hogar y los talleres de neumáticos, chapa y pintura.
Ciudad
- Reconversión. El Pleno se comprometió hace dos años y medio a impulsar con fondos europeos la reconversión de los polígonos y en agosto de 2021 el Gobierno local reservó cinco millones para la adquisición de naves que no han llegado a utilizarse para fines como la ampliación del Almacén municipal, la construcción de la base pública del servicio de limpieza o la radicación de empresas tecnológicas.
Servicios
- “Círculo vicioso”. Los propietarios reclaman más limpieza y seguridad que la administración alega que deben sufragar los dueños, que a su vez lamentan que carecen de recursos con muchos menos negocios activos que antaño.
Las empresas de juego online ya han creado mas empleo en Ceuta del que se perdió con el cierre de la frontera y de las naves. EI cambio de modelo económico no se consigue en dos días pero ya se ha puesto en marcha, la reconversión de naves a otro tipo de negocio ya ha empezado.....Y que nuestra economía no dependa de Marruecos es fundamental, nunca se sabe cuando el vecino lo volverá a hacer, cuestión de tiempo. Puerto y empresas digitales son el futuro.
Ahora que me digan a quien le van a vender,los marroquíes tienen prohibido comprar en Ceuta y no creo que les guste que en su aduana les quiten los productos o les hagan pagar aduanas.
Dónde está la noticia? Solo nos saben vender humo
En Ceuta hay 85.000 personas que compran, a estos tiene que estar enfocado el mercado, no a unos supuestos compradores de Marruecos que dependen de que su "Señor" permita o no comprar en Ceuta ..... Querer vivir de Marruecos si que es humo y poco seguro.
Yo no he dicho eso,estás equivocado y si no lo pillas te lo aclaro,entre la venta online y los que compran en la península poco mercado interior queda,eso sin contar parados o personas son recursos que no pueden comprar ni una bolsa de pipas; pillas?
Si claro 85.000 habitantes con el 70% de la población ganando un salario para poder pagar el alquiler, Luz, agua, come VENGA YA.