La Plataforma por una sanidad digna de Ceuta se ha reunido para determinar el rumbo de esta entidad. Durante la cita, en la biblioteca Miguel Ángel Blanco, los participantes se han congregado en una mesa redonda donde han compartido sus impresiones, las carencias que detectan y a dónde dirigir la organización.
Kamal Mohamed, presidente de la barriada del Príncipe, ha asegurado que este grupo surgió de “personas que se sentían indefensas” y que decidieron estar en stand by para dejar un tiempo “prudencial para que las administraciones reaccionaran”, pero, tal y como expone, “poco ha mejorado”. Mohamed cree que el status de la sanidad en la ciudad autónoma atraviesa “una merma continúa”.
Plantean la posibilidad de llevar a cabo una manifestación, una propuesta que no tiene aún fecha fija. Actualmente están en un punto de reinicio.
Desde la plataforma aseguran que la directora general, Isabel Muñoz, solo ha dicho “mentiras”. El sentir general es el del engaño y aseguran que, los últimos sucesos “han sido la gota que colma el vaso”. Es esta la razón que los ha llevado a establecer este cara a cara.
Contrarian los datos y las palabras manifestadas públicamente por la máxima representante de la institución y aseguran que es necesario tomar una mayor acción ante la situación sanitaria ceutí.
Este encuentro ha servido para compartir impresiones y también para hacer un análisis del propio conjunto. Asimismo, consideran que los ciudadanos tienen “desidia” y que están “quemados”. Esta sensación también se extiende a los partidos e incluso a los propios sanitarios. Uno de sus integrantes, durante la reunión ha señalado, en referencia a médicos, que están “hastiados de que te utilicen para reclamar sus derechos”.
Ha salido a relucir la necesidad de tener más profesionales e incluso la reflexión de que es preciso reforzar la atención primaria para mejorar el resto de los campos sanitarios. “Ceuta tiene los peores datos en médicos de familia, pediatras. Mentira, pero es mentira porque lo dice el informe que ellos mismos hacen. Estamos abandonados desde hace años a nuestra suerte”, manifiesta uno de los presentes.
“Nadie quiere venir”, relata, en alusión a los sanitarios. Estima que no solo se trata de un asunto económico y que también responde a tener “un hospital comarcal”, así como la distancia con la península marcada por el Estrecho. “Hay que ver lo que queremos, las carencias y no parar. No hay que dar tiempo. Llevan 30 años mintiéndonos”, estima.
Una de las ideas que han salido a flote es la de evitar la politización de la plataforma. Varios integrantes están de acuerdo con esto e inciden en que hay que “corregirlo”.
Pretenden garantizar que esta nueva trayectoria esté marcada por un carácter íntegramente ciudadano y que ello se convierta en un atractivo para que más ceutíes se unan a este colectivo.
Expresan que, en cierto sentido, se palpa en el ambiente cierta resignación y que, en comparación con los miembros de WhatsApp, son pocos los que han asistido a la biblioteca. “Nadie coge el toro por los cuernos”, comenta Mohamed. Consideran que esto se traslada también a otros terrenos como las propias denuncias de esperas en la frontera o la educación. “Espero que nosotros seamos esa chispa”, concluye.
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