El presidente Juan Vivas ha puesto encima de la mesa un Plan de Choque que significará un total de setenta millones de euros para la reactivación de la economía de Ceuta y para el establecimiento de las prioridades de cara a la atención a los más necesitados. El mismo jefe del Ejecutivo Local ya había confirmado en sus continuas apariciones ante los medios de comunicación desde que comenzó el Estado de Alarma que estaba dispuesto a dar la vuelta como un calcetín a los presupuestos de este año para ponerlos al servicio de todos los ciudadanos que lo están pasando mal.
El Ejecutivo de nuestra ciudad ha demostrado que está actuando con valentía y que tiene su plan, aunque todo es mejorable en la vida y seguramente cuando comenten los puntos con las diferentes formaciones políticas, lo mismo se puede perfeccionar mejor para que así el acuerdo sea mucho más amplio. El Gobierno local no ha estado cruzado de brazos en estas semanas y ha hecho lo que debía: liderar una apuesta decidida y arriesgada para, sencillamente, salvar Ceuta. Porque estamos ante un momento decisivo en el que si no se actúa de esta manera nuestro pueblo se nos va de las manos. No, no somos alarmistas, somos sencillamente sinceros con lo que estamos pasando y con lo que estamos sufriendo. No quedaba otra que una comparecencia de este tipo, clara y valiente, para poder dar algo de luz a todos los ceutíes.
Con Vivas se podrá estar de acuerdo o no, pero a nadie la cabe duda que en esto de cuadrar las estadísticas es el número 1 y aquí ha echado toda la carne en el asador para salvar la ciudad de la quema.
La Administración local, no nos podemos olvidar, es la locomotora de la economía de nuestra ciudad porque nos encontramos con una población donde las administraciones públicas son un componente esencial del PIB ceutí y, dentro de ellas, el Ayuntamiento se lleva la palma. Así ha sido en todos los tiempos, incluso en los mejores de la economía privada o cuando nos venían miles de turistas todos los días. Cuando el Ayuntamiento tose está muy claro que la clase empresarial y trabajadora de Ceuta sufre de gripe. Si la locomotora pasa por una buena época en todos los sentidos ello se nota en el resto del conjunto de la sociedad caballa.
Por ello, era verdaderamente clave que la Ciudad Autónoma cogiera el toro por los cuernos desde el primer minuto de lucha contra la pandemia y, desde luego, así lo hizo con la toma de medidas fiscales que permitieran ir respirando al conjunto de las distintas empresas que se veían en la obligación de cerrar sus puertas tras el decreto del Gobierno de inicio del Estado de Alarma.
Son muchos los padres de familia que sufren en silencio esta cuarentena, que no saben realmente cómo van a poder salir adelante, cómo salvarán sus negocios, cómo alimentarán a sus familias y a las de sus empleados. En Ceuta no todos son funcionarios públicos con un sueldo asegurado. Hay muchos empresarios, muchos autónomos que han dado vida a las iniciativas privadas y sobre cuyas espaldas hay muchas bocas que alimentar. Por eso era necesario que alguien saliera con un plan de choque, un plan valiente, un conjunta de medidas realistas. La comparecencia, ayer, del presidente Vivas ha sido clave, oportuna y determinante para que cale cierto ánimo en la sociedad ceutí.
Hay dos vectores esenciales en este Plan de Choque. Se han fijado seis millones de euros para garantizar las distintas ayudas urgentes que necesita ese sector de la población que no cuenta con más ingresos y diez millones para que las empresas de nuestra ciudad, más de tres mil si contamos también con los autónomos, tengan garantizada una ayuda importante que podrán destinar a lo que denominan gastos generales. A ello le uniremos otra petición de los empresarios como que se abonen las facturas que están pendientes del año pasado y a lo que se destinará unos 23 millones de euros, casi un tercio del global de este Plan de Choque.
Se escuchan voces de todo tipo, pero nos tenemos que dar cuenta de que las medidas que son de apoyo a las empresas al final lo que buscan es que no cierren más comercios en Ceuta, muchos de ellos golpeados por la crisis económica que ya padecemos desde el mes de septiembre como consecuencia del cierre por parte de Marruecos del denominado comercio transfronterizo. Que nadie sea tan corto de mente como para no darse cuenta de que esos diez millones también tienen una importancia capital para el conjunto de los trabajadores. Y es que si las empresas no funcionan al final también ellos padecen las consecuencias derivadas de la falta de apertura de los negocios. Insistimos se trata de salvar Ceuta. Así de crudo.
Tampoco perdamos de vista que la situación de la ciudad no es nada fácil. Tenemos una apuesta clara por parte del Gobierno Local con 70 millones de euros. Una cantidad que es un gran tanto por ciento si lo comparamos con el global de los presupuestos de la Ciudad Autónoma y si lo medimos, por ejemplo, con lo que Ceuta recibe todos los años desde la Administración General del Estado.
Sin embargo, tampoco seamos miopes porque son medidas para una crisis como la del coronavirus, pero aquí también se necesita del apoyo del Gobierno de la Nación que no se puede quedar cruzado de brazos.
Ya se le ha informado claramente que nosotros a esta crisis le sumanos la que padecemos con Marruecos por el tema fronterizo. Y no dejemos de lado que ya hace varios meses que el presidente de la Ciudad le explicó por lo que estábamos pasando a todas las esferas de peso: desde la Delegación hasta el presidente de España y no se recibió ninguna respuesta positiva. Madrid también tiene que tener la misma valentía con Ceuta que la que ha demostrado el Gobierno autonómico del presidente Vivas.
El lunes la Delegación anuncia que comparecerá vía telemática la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos. ¿Lo va a hacer para anunciarnos apoyos directos del Estado? No nos olviden. Aquí no valen colores, ni signos políticos, aquí solo se trata de salvar esta ciudad, de atender a sus ciudadanos, de seguir siendo estables.