La magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta ha dejado visto para sentencia un juicio en el que se acusa al llamado G.M. de un delito de atentado. El Ministerio Fiscal, tras escuchar las versiones del acusado y de un agente de la Policía Local, siguió con su escrito de acusación en el que solicita la pena de prisión por 3 años, una pena muy elevada debido al historial del acusado que ha sido hasta en 2 ocasiones detenido por no portar la mascarilla y desobedecer a los agentes para colocársela. La Defensa, por su parte, pide la libre absolución de su representado ya que afirmó que las lesiones en el cuello sufridas por el policía se debieron al momento de la detención y en ningún momento porque su representado quisiera agredir a las fuerzas de seguridad.
Los hechos a los que se ha hecho referencia en este juicio ocurrieron el 21 de febrero de este mismo año. Sobre las 13:30 horas, el acusado se encontraba dentro del Mercado Central realizando la compra. En ese momento había dos agentes de la Policía Local a pie realizando sus labores de patrulla para hacer cumplir las medidas sanitarias, cuando vieron al acusado sin mascarilla. Cuando se acercaron a él para instarle a que se colocara la mascarilla, el agente explico que G.M. empezó a alterarse y a proferir insultos de todo tipo como: “Ustedes quienes sois para decirme que me ponga la mascarilla, sois unos mierdas y unos racistas”.
Los agentes al ver que cada vez estaba más alterado, le dijeron que saliera del mercado para poder pedirle la documentación, cuando el acusado se giró y le agarró del cuello a uno de los agentes. Motivo que llevó a que los policías lo detuvieran en el lugar y fuera conducido hasta dependencias policiales. El agente que ha testificado insistió en que no se colocó la mascarilla hasta que se la pusieron en la comisaría.
El acusado, por su parte, reconoce que cuando lo vieron los agentes no llevaba la mascarilla puesta, aunque niega que una vez se le acercaron no se la colocara, es más explicó que los agentes de inmediato le agarraron de las muñecas mientras uno le chillaba por lo que era imposible que agrediera al policía.
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