El titular de ‘La verdad de Ceuta’, en el banquillo por el artículo ‘Qué fue de aquel’, publicado en 2014. Defendió su inocencia.
El 7 de noviembre de 2014 en el periódico digital ‘La verdad de Ceuta’ aparecía escrito un artículo de opinión que, titulado ‘Qué fue de aquel’, llevaba la firma del titular del mencionado medio, un hombre cuyas iniciales responden a las letras L.M.F. y quien ayer se sentó en el banquillo de los acusados para responder ante el Juzgado de lo Penal número Uno por dos delitos, amenazas e injurias, presuntamente cometidas en el artículo en cuestión, dirigido a Guillermo Martínez, hoy senador por Ceuta y retirado de la política en el momento de la publicación del texto, si bien éste hacía referencia, al menos en su inicio, a su etapa de consejero de Economía, Hacienda y Recursos Humanos.
El juicio quedó visto para sentencia y lo hizo con las propuestas, que fueron dispares, elevadas por cada parte al término de la sesión. Así, el Ministerio Fiscal solicitó para L.M.F. una pena de 360 euros al entender que incurrió en un delito de amenazas; la Acusación Particular, que elevó esta petición, pidió por un delito de amenazas seis meses de prisión y por un delito de injurias graves una multa de 4.200 euros, además de solicitar que indemnice a su representado en una cuantía de 6.000 euros; y, por último, el letrado de la Defensa pidió, con todos los pronunciamientos favorables para el encausado, su libre absolución al entender que en el artículo firmado no concurría tipo penal alguno, argumentado que la publicación respondía a un mero ejercicio de libertad de prensa y expresión.
De tal manera, y a la espera de que la jueza titular del mencionado órgano de lo Penal se pronuncie mediante sentencia firme, elevada en un sentido u otro, es decir, términos de condena o de absolución, cabe señalar que en la sesión se trataron distintos puntos que pudieran, a posteriori, resultar claves para esclarecer el presente caso.
En este sentido, es preciso destacar que el acusado, máximo responsable del digital ‘La verdad de Ceuta’, y, por ende, con total capacidad para maniobrar y actuar en la publicación de cuantos artículos se publiquen en el señalado medio, reconoció ser autor del artículo en cuestión: “Sí, lo escribí yo”, dijo, para reconocer que se refería a Guillermo Martínez. A preguntas del Ministerio Fiscal y de su letrado, así como de la jueza, pero negándose a atender a la Acusación Particular, decisión amparada por su derecho, L.M.F. señaló que “en ningún momento quise amenazarle y sólo quise informar a la ciudadanía de mi punto de vista sobre un personaje público”. No obstante, acto seguido añadiría: “Sólo quise decir ‘no hables más de mí, que como nos crucemos te voy a decir cuatro cosas”.
Por su parte, Martínez indicó que “me sentí amenazado por ese artículo” y reconoció que cuando se cruza con L.M.F. por la calle siente “temor y nervios”, emociones negativas que se fortalecen con dos antecedentes: uno, en la Feria, cuando (el acusado) le increpó; y dos, con otro artículo, escrito en términos similares, “aunque más suaves”, precisó. Respecto a por qué no trasladó estos hechos al juzgado, como en esta ocasión, como así le cuestionó el letrado de la Defensa, Martínez fue contundente en la respuesta: “Porque no quería darle recorrido a este asunto”.
“El insulto no puede salir gratis”, señaló el letrado de la Acusación Particular durante su exposición final, indicando asimismo que en el artículo “hay múltiples expresiones injuriosas, ánimo de vilipendiar y, además, publicidad, puesto que estuvo en la red publicado hasta hace poco”.
Sobre este relato, la Defensa consideró que “la condición de personaje público le hace estar expuesto a la crítica”, si bien la juez planteó al respecto una cuestión que resultó demoledora: “¿De verdad considera que las expresiones y palabras que se podían leer en el artículo (que, a su vez, se leyeron en la sesión) responden al ejercicio de libertad de prensa y a la crítica política?”.
Por todo ello, la Justicia deberá pronunciarse en aras de esclarecer el caso.
Jurisprudencia: la libertad de prensa no permite todo
El viejo e interesado debate acerca de si la libertad de expresión posibilita al emisor escribir, hablar o publicar cuanto desee y al libre albedrío, sin cortapisas de ningún tipo, ha quedado en numerosas ocasiones ya, tanto en España como en los países más desarrollados en ambas materias (la Penal y la periodística), tumbado y puesto de relieve que la libertad de opinión no es sinónimo de insultar, vejar o amenazar a nadie, como así ha sentado jurisprudencia también el propio Tribunal Supremo.