El perfil del "narco ceutí": con mucha movilidad y camaleónico

La segunda jornada de las charlas de la UNED sobre el narcotráfico en el Campo de Gibraltar ha arrancado con la disertación del inspector jefe de la Udyco de la Jefatura Superior de Ceuta, Emilio José García-Serrano de la Peña. Bajo el título ‘El tráfico de hachís: los clanes de la droga en Ceuta’, García-Serrano ha hecho un recorrido de este acto delictivo y del trabajo de esta unidad en nuestra ciudad. La zona más castigada con la droga se ubica en el sur-peninsular. “Los objetivos no son otros que una respuesta integral operativa que acometan esta problemática”. Actualmente el tráfico de hachís no está catalogado como un delito que cause grave daño a la salud. “Tenemos que ser claros, causa muerte. La agresividad se ha aumentado de manera considerable”. Las consecuencias que lleva este acto delictivo son “muertes, secuestros y una situación de riesgo continuo”. “La mayor parte de la droga va destinada a países de la UE, es decir, somos países de tránsito”. “Actualmente el tráfico de hachís es de dominio marroquí, aunque se mezcla con suecos y otras nacionalidades, pero suelen ser clanes muy herméticos y ahora mismo estas son las características que tenemos”.

La creación de microorganizaciones

García-Serrano ha explicado que España funciona como un centro logístico para los clanes. “Se han creado microorganizaciones que se dedican a diversos factores y eso ha provocado un aumento de violencia. Ha ido cambiando y se ha visto la espiral de violencia que hemos tenido en los últimos años”. “Hay que tener claro que el narcotráfico no es un negocio que quiera dedicarse a la violencia, quieren pasar desapercibidos, pero el aumento de organizaciones y los llamados ‘paleros’ ha hecho que aumente la violencia”, ha proseguido. El inspector jefe de la Udyco en nuestra ciudad ha explicado que hasta las detenciones han cambiado, ya que “van hacer todo lo que esté en su mano para no perder la mercancía”. En lo que se refiere a Ceuta, García-Serrano ha explicado que es el nexo de unión ya que tenemos un país al lado que es el que produce más hachís. “Recientemente se ha hecho alguna operación, pero no se ha visto un aumento alarmante sobre esta organización criminal”.

La difícil labor de actuar contra estos clanes

Antiguamente eran clanes más pequeños, y ahora se han ido convirtiendo en “más grandes y homogéneos”. “Son totalmente estanco, solo el líder es el que tiene conocimiento de todo por eso es tan difícil luchar contra estas organizaciones”. Además, García-Serrano ha indicado que la pérdida de poder o incluso de mercancía han provocado enfrentamientos entre bandas rivales, aunque “es verdad que en el último tiempo en Ceuta no se están produciendo y sí más en las localidades de la Costa Sol”. “La espiral de violencia está controlada en Ceuta, hace tiempo que no tenemos ningún caso, y creo que es gracias al trabajo de los agentes y la coordinación con las administraciones”, ha explicado. García-Serrano ha querido dejar claro que “nadie nace queriendo pertenecer a una organización criminal pero las circunstancias y los problemas les llevan a dedicarse a ello”. Habla que debido a nuestra situación esto ha hecho que muchos clanes hayan nacido en nuestra ciudad y que se hayan expandido por el Campo de Gibraltar, así como por la Costa del Sol.

Los clanes en Ceuta

Los clanes en Ceuta son “multidelictivos e independientes”. “Residen de manera habitual en la ciudad o cercanía del sur peninsular. Eso hace más difícil el trabajo policial para su identificación, ya que pueden huir a otro país que no pertenece a la Unión Europea”. En nuestra ciudad, por desgracia, se producen diferentes delitos como la “tenencia ilícita de armas, la quema de vehículos, lesiones y ya vamos a más grave cuando damos el paso a los homicidios”.

En la manera de trabajar de las organizaciones, el inspector jefe ha indicado que son “profesionales” y está todo medido. “La red de transporte lleva un trabajo bastante amplio, como por tierra o mar. Siguen siendo impunes y sus embarcaciones suelen ser mucho más potentes”. Una de las problemáticas es el “petaqueo” que suelen llevarlo gente de la península. “Es una problemática bastante grande y hay que trabajar para intentar atajarla”. Ha hablado que al trabajar con diferentes actos delictivos, “cuando en verano se intensifica con la inmigración clandestina por el mediterráneo y el tráfico de hachís por el atlántico”. “Cuando estás investigando te entra la duda de si son diferentes organizaciones, pero finalmente es una sola pero cada uno se dedica a labor e incluso ni entre ellos se conocen. Tenemos que ir a la cabeza pensante que es el que pone a funcionar todo. Siempre hay delitos, pero quitar la vida a personas está por encima de todo.”, ha explicado.

El trabajo policial

García-Serrano ha incidido en que el trabajo “principal” es poder identificar a las organizaciones. “La situación está provocando que aparezcan grandes organizaciones. Son los que controlan el tráfico de drogas”. En cuanto la línea actuación, el inspector jefe ha incidido en que es importante la “investigación policial que requiere tiempo y el uso de las tecnologías. Es importante que haya sinergia entre las diferentes unidades y el compañerismo. Aprovechar todas las instituciones para poder llevar a cabo nuestra labor”. En ese sentido, García-Serrano ha solicitado la ayuda de “jueces y fiscales”, aunque reconoce que se ha conseguido mucho “en los últimos años y esa es la línea que hay que seguir”. En el futuro, ha explicado que el trabajo que se ha ido realizando ha provocado que los clanes se hayan ido cambiando de lugar e incluso del Campo de Gibraltar. “En ese sentido, se ha visto como se ha incrementado el blanqueo de capitales, porque se puede cambiar de un país a otro con facilidad. Utilizan para transferir el dinero, de un lado a otro, sin moverse”. “Ceuta es una ciudad bonita, pequeña pero difícil de trabajar. Es verdad que ha cambiado mucho y es más segura. El narco ceutí se mueve mucho. Hay que intentar anticiparse los actos delictivos graves con trabajo desde las instituciones. Las nuevas generaciones utilizan muchas redes sociales y debe haber alguna medida para que eso no se fomente la agresividad”, ha finalizado.