La situación geográfica particular de Ceuta acarrea a sus espaldas situaciones menos comunes que en otras poblaciones. Desde el intento de la puesta en marcha de la aduana comercial hasta el mercadeo por fronteras que se controla con mano férrea, existen modalidades económicas entre la ciudad y el país vecino que resultan atractivas.
Una de ellas, y quizá una de las más desapercibidas a ojos del común, son las excursiones programadas por particulares, una opción que cada vez despierta más interés entre aventureros y que compite con las agencias en Marruecos.
Las compañías consideran que optar por la vía convencional es más seguro
Al menos son diez las personas las que usan estas escapadas planificadas como fuente de ingresos, una situación de la que tienen constancia las corporaciones dedicadas a este fin. El sector no ve con buenos ojos esta práctica que, en muchas ocasiones, nace de la necesidad de ganarse el pan.
El boca a boca y las redes sociales son esenciales para la expansión de esta práctica, que se sirve del internet como su escaparate de ofertas. Los servicios oscilan desde uno a varios días e incluyen el transporte y alguna comida fundamentalmente.
No son guías ni expertos en este terreno, pero conocen distintas zonas del destino y basan sus breves visitas en este saber. Normalmente programan esta clase de actividad para los fines de semana. Suelen tener un coste bajo que puede rondar entre los quince y los treinta euros.
Diferencia de precios
Son cinco las empresas especializadas que trabajan con el país al otro lado del Tarajal. Una de ellas es Flandria, que comparte sus impresiones acerca de la aparición de estas alternativas a las convencionales.
“Es una competencia que no se puede clasificar ni si quiera como desleal ya que no son profesionales registrados”, explica José Manuel Castro, integrante de la compañía.
A pesar de no existir de forma oficial y quedar camuflados como grupos de amigos, su presencia hace mella. “Es una merma económica, sobre todo afecta a viajes de corta duración. A esto hay que añadir que las agencias pagan impuestos por tener el negocio y ellos se lo ahorran, por lo que hay una diferencia en el precio”, expone. De hecho, para tener una idea, un trayecto de una jornada con un equipo profesional en el que se incluyen guía, comida y autobuses puede alcanzar entre los 40 y 45 euros por cabeza. Aumenta a unos 180 por dos días con estos servicios más el alojamiento.
La seguridad es una de las principales diferencias entre una elección u otra, así como “la calidad” y el “respaldo del personal detrás”, según traslada Castro. A su vez, recalca que también existe una mayor garantía en lo que alude a aspectos legales como, por ejemplo, la posibilidad de acceder a ciertas prestaciones en caso de incidente. “Existe un seguro de responsabilidad civil y otros tantos que cubren al cliente en todo el itinerario”, cuenta.
Ante la posibilidad de caer en una estafa, para evitarlo, recomienda “ir con una agencia, pero si finalmente se decantan por las escapadas ‘piratas’, deben asegurarse de tener referencias de la persona y tener por escrito tanto la oferta como las características”, comenta.
Una fuente de ingresos financieros para algunos ceutíes
Al otro lado de la cara de la moneda están los que organizan estas rutas. Son ceutíes que quieren obtener dinero para sobrellevar su economía doméstica. Nadia es una de ellas. Su situación personal después de la pandemia y el hecho de tener que mantener a sus hijos la llevó a probar este terreno. “Lo hago tanto en Marruecos como en la península. Comencé a través de redes sociales”, relata.
Dispone de viajes de hasta cinco días y suele cerrar grupos de 38 personas. Trata al menos de hacer una excursión por mes. “Antes salía todos los fines de semana y sacaba a 140”, detalla. “La mayoría de los que estamos en esto, es por lo mismo”, indica.
La planificación varía en cada uno de sus trayectos y, normalmente, cuando solo es un día, cuenta con desayuno. “Pongo también el autocar. Una vez que se llega al sitio, hay quien decide ir por su cuenta y otros que prefieren seguir en compañía”, comenta.
Reconoce que ella no es guía y que solo les orienta en cuanto a sitios que deben ver. “Más bien se trata de organizar la salida y de hacer amigos”, señala. Asimismo, también propone actividades más concretas que se pagan aparte. “Suelo obtener con cada uno entre cincuenta y cien euros”, concluye.
Esto es como la noticia de ayer de las autoescuelas. Quieres viajar seguro y todo garantizado? Recurre a un profesional con experiencia, o arriésgate con un desconocido sin referencia. Al fin y al cabo, va a ser tu dinero, tú tiempo y arriesgarte. Y no pongo en duda a ciertos, que no todos, particulares... Pero a la hora de reclamar...
No se entiende este tipo de aseveración por parte de una de estas compañías, cuando realmente está prácticas, a ojos de buen cubero, deben tratarse con el calificativo de "desleal", favoreciendo no solamente ese pensamiento y prácticas perpetuas de alegalidad, sino que ponen en peligro el bienestar de los viajantes y de los propios "guías", en caso de surgir imprevistos..
Total incongruencia cuando seguimos viviendo las injusticias que se han cometido con los trabajadores transfronterizos, precisamente por perpetuar su condición de alegales.
Por otro lado, es loable que estos "guías" se busquen la vida, pero a largo plazo empeoraría su situación laboral sin derecho a cotizar ni a recibir cualquier tipo de prestación y ayudas que se puedan beneficiar en este sector, lo que sería más razonable, formar una cooperativa, y quizás, más de una agencia, cambiaría la expresión por "competencia desleal".
En definitiva, una total incongruencia si lo califican como "merma" ya que contribuyen a perpetuar la alegalidad en Ceuta.
Marruecos para los marroquíes
Cateto, no veras mundo en tu vida, acomplejao
Siempre con la misma cantinela y después como le gusta una pinchitada, y no es asturiana
😉😂