A él no le gusta Vanesa, pero tampoco Francisco. Ella los defiende a toda costa. Lo que comienza con un inocente diálogo de opinión sobre sus dos amistades se convierte en un fiel espejo de inseguridades, autopercepción de cara a la sociedad y de entresijos escondidos dentro de la propia relación. Es la historia que ha tomado por escenario a Ceuta este sábado.
La obra ‘Los amigos de ellos dos’, dirigida por Daniel Veronese y Marías del Federico, ha llegado al Teatro Auditorio del Revellín con una alta venta de taquilla. A través de Malena Alterio, conocida con cariño por su interpretación en ‘Aquí no hay quien viva’ y el actor David Lorente, ambos dramaturgos crean una obra en la que la psicología toma protagonismo.
Una larga charla entre ambos en un restaurante en el que hay altibajos, contradicciones e incluso leves explosiones emocionales.
Una composición inteligente que traslada las contrariedades que las personas pueden llegar a tener, cómo se sienten en el mundo o con sus propias vidas. Se intercalan frases con un toque de humor entremezcladas con un tono de queja.
Las butacas han batido récord este sábado. Todos han sido testigos de esta pareja que, inevitablemente, centra su mirada en otras dos personas y que, en realidad, no se atreve a mirar hacia el lazo que los une y cómo se ven el uno al otro.
Al fin y al cabo, guardan apariencias con estas dos personas, pero, cara a cara, también lo hacen para no generar un conflicto que les haga ver la verdad acerca de ellos dos.
Lujo y vida de fama
Los conceptos de vida popular o con ‘standing’ también se cuelan. Eli y su marido tratan de convencerse de que les gusta su vida sencilla, pero, de vez en cuando, aletean en sentido contrario. Cuando él resalta la falta de “lujo o refinamiento” ya sea material, la otra defiende cómo es su presente y su forma de vida. Cuando ella considera que Vanesa y Fran son más interesantes que ellos dos, él trata de apaciguarla.
Una historia con numerosas complejidades en las que la imagen, el contentar a la sociedad o el deseo de la fama se entremezclan con un amor consolidado y fuerte. Las frases más calmadas o más elevadas se turnan con pausas silenciosas.
Él se muestra pesimista. Ella se muestra más paciente. Él es muy exquisito y de algún modo, tiene una actitud algo paternalista con ella. Destaca ante su compañera ciertas cuestiones sobre sus amigos. Por ejemplo, que los traen a “sitios malos” a cenar o que cuando es más barato pagan.
Existe una presión por quedar bien, la timidez por no "molestar" y esa imagen cuidada para mantener los vínculos se muestra. El personaje encarnado por Lorente quiere "hacerse valer" ante Vanesa y Fran ya que, se muestra molesto con algunas de sus actitudes. Ella trata de hacerle ver que no es necesario cambiar y que así están bien.
Cuando ella sugiere que podrían llegar a romper esta relación, él se asusta y muestra su preocupación por mantenerlos de su lado. Su amistad de doce años está desgastada, pero, en el fondo, ninguno se ve sin ellos dos y sin esos encuentros semanales.
Eli y su esposo se ven envueltos en una situación difícil, en la que los atrapa la costumbre, el malestar y también la percepción que tienen de ellos mismos. A la espera de la otra pareja tratan de salir, sin éxito, de ese bucle de apariencia y realidad que los aprisiona.