La papelería Imperial lleva un siglo de tradición familiar en nuestra ciudad y todavía continúa gracias a Alba Fernández Alcalá, actual dueña del establecimiento y bisnieta de quien abrió este negocio muchos años atrás, Manuél Alcalá Pérez. Ella decidió comenzar a ayudar a su abuelo, Luciano Alcalá, que era quien dirigía la tienda en 2013, y poco después tomó el relevo, cuando su abuelo tenía noventa años. Así ha conseguido renovarlo y mantenerse hasta día de hoy.
La Imperial empezó junto a la imprenta Imperio, también de la misma familia, y ambas se situaban en frente de la actual papelería de calle Antioco 3, aunque después se separaron. “Mi bisabuelo, cuando se jubiló, puso a uno de sus hijos en la imprenta y a otro en la papelería, y después de esto se separaron. La imprenta se la llevaron detrás de donde está ahora el edificio de Correos, y la papelería se vino aquí con mi abuelo Luciano”, detalla la actual dueña.
La familia de Alba Fernández vivía en Málaga en su infancia, pero durante la Navidad solían pasar sus vacaciones en Ceuta. Estos fueron los mejores momentos que recuerda de su abuelo trabajando. “Yo recuerdo cuando pasaba aquí las Navidades, los Reyes y las vísperas de esos días, que no tenían nada que ver con ahora. Eran noches multitudinarias, en las que la tienda estaba abierta hasta tarde. También me acuerdo de que escondían los regalos en los altillos de la tienda, encima de los escaparates. A mí me contaron que cuando yo no había nacido, los hijos de mi abuelo venían por aquí a ‘olisquear’, por si encontraban algún regalo. Y la verdad es que muy bien, aunque haya pasado pocas temporadas aquí”, rememora la actual dueña. Ya cuando creció y estaba en edad de trabajar, con 25 años, decidió empezar a ayudar a su abuelo como empleada. Y así fue conociendo el funcionamiento de este tradicional negocio.
Fernández, con 32 años, ha notado el gran cambio que ha vivido la Imperial desde lo que ella conoció cuando era pequeña hasta ahora. Especialmente ha podido percibir la situación que viven las papelerías en la actualidad. “Esto ha pasado de ser algo de casi vital importancia, que todo el mundo lo necesitaba, a prácticamente ser un negocio olvidado. Primero por los ordenadores y la informatización, por un lado, y luego por otro los grandes centros comerciales y otras tiendas, que están haciendo mucho daño. Se nota porque antes, en las épocas fuertes, se hacían muy buenas ventas porque se regalaba mucho material escolar. Ahora se vende, pero cuesta, porque también hay mucha competencia”, lamenta. Además, también explica que los clientes no suelen valorar la calidad de los productos de papelerías como la suya, por lo que “lo barato les acaba saliendo caro”.
La situación actual de pandemia golpea directamente a las papelerías, que se preparan para la vuelta al cole. Por suerte, el verano suele ser una “mala época porque la gente se va de vacaciones”, según ha declarado la dueña del establecimiento. Pero sí que pueden haber algunas personas que se adelanten con las compras para septiembre. “La vuelta al cole la esperamos con muchas ganas y mucho miedo, porque no sé cómo va a salir, lo veo muy complicado. Hay mucha incertidumbre porque no se sabe si van a volver y cómo. Además tengo a mi niña, que este año entra al cole, entonces tengo también esa preocupación como madre. Y encima sin saber con qué medidas. La gente que suele prepararse durante el verano parece que también se ha frenado para comprar el material escolar, parece que están a la espera, viendo qué va a pasar”.
Alba Fernández está encantada con su negocio, ya que le gustan mucho los productos de papelería, y querría que la papelería Imperial siguiera a lo largo de los años, tal y como se ha mantenido durante más de cien años. Por ello hace un llamamiento a los ceutíes, para que piensen en los negocios de toda la vida. “Que piensen que detrás de esto hay tres trabajadores. Somos tres familias diferentes las que nos alimentamos de ella. Nos cuesta muchísimo, tenemos más trabas que ayudas por las aduanas, y pagamos muchos impuestos. Que nos tengan en cuenta, que piensen en el pequeño comercio, que si dejamos de ir provocamos que muchos tengan que cerrar. Nosotros damos facilidades y oportunidades para que vayan pagando poco a poco, nos pueden traer las listas de material escolar y todo. Siempre intentaremos ponerlo todo de nuestra parte”.
Pasar por la puerta de Alcalá, en Ceuta tiene más mérito que la de Madrid.
Adelante , familia, Alba, que aunque estemos en la península siempre será nuestra papelería, antes y cuando pasemos por Ceuta.
¡Salud, ánimos y esperanza!
Un pequeño gran negocio y una estupenda familia al frente.
Os deseo toda la suerte del mundo.