Su nombre es Emilio González y ha dedicado toda su vida al negocio que en un principio era de su padre, la Librería General de la calle Real, en Ceuta. Al cumplir los 65 espera con ganas la jubilación y ha decidido traspasar el negocio.
FaroTv ha visitado el establecimiento antes de que Emilio cierre por última vez la puerta de la Librería General para conocer un poquito de su historia.
Este librero comenzó en el oficio, como quien dice, en pañales. Desde pequeño ha vivido el negocio de librero, empezando a tomarlo en serio a los 17 años, cuando, de la mano de su padre, se inició en la librería.
La aventura de Emilio tuvo su comienzo en la antigua papelería ubicada en Puertas del Campo, “en el almacén” padre e hijo vivieron el cambio a Real 28.
Emilio guarda maravillosos recuerdos. “Antiguamente había un tejemaneje de gente, de mercancía, porque había muchísimo personal, soldados, la vida de Ceuta entonces era distinta a la de ahora”, cuenta Emilio.
A este hombre no le atraían mucho los estudios, por lo que dedicarse al negocio fue tanto decisión suya como un toque de sus padres para darle a conocer la vida laboral.
Afortunadamente, a Emilio le encantó el negocio y decidió continuar el legado de su padre. Junto a su progenitor compartió más de 20 años y, en solitario, acumula otros 24.
Emilio González asegura que su clientela siempre le ha mostrado una gran fidelidad, algo por lo que en su familia están “muy contentos y orgullosos”. Dice no saber cuál es el secreto para establecer una relación de confianza, aunque sí tiene claro que se gana con el “trabajo del día a día”.
“Somos como una tienda de barrio, pero estamos en el centro”, comenta Emilio.
Este librero que ha dedicado toda una vida al oficio revela que sentirá pena cuando, al pasar por la puerta de la Librería General, no sea él quien esté detrás del mostrador, aunque “son etapas que pasan porque el tiempo pasa para todos”.
En cuanto a los clientes ha dicho conocer la historia de cada uno de ellos. “Hay tantísima gente que te cuenta sus cosas del día a día, en este trabajo se hace también muchas veces de psicólogo”, asegura Emilio.
También anhelará y guardará con cariño las tantas veces que ha repartido suerte a través de la lotería a ceutíes y turistas que han visitado la papelería. “Hay un cariño especial con la gente”.
A pesar de la pena que conlleva decir adiós a un oficio de toda la vida, Emilio confiesa que ya está “cansado”. Son ya más de 40 años trabajando. Ahora toca intentar cambiar mi vida por completo, porque como no sé vivir sin negocio tengo que intentar adaptarme como cualquier jubilado”, transmite.
Ahora tiene planes de viajes, su destino soñado siempre ha sido Japón. Es ahora cuando Emilio ve el momento perfecto para cumplir ese deseo. Su plan no es otro que “disfrutar de la vida”.
Emilio ha recordado a su padre, quien lo inició en el que sería el oficio de su vida, con mucho cariño.
Todavía no se conoce con certeza cuando la Librería General dejará de ser de Emilio para conocer a un nuevo dueño, “puede ser un año o tres meses”, comenta el librero más conocido de calle Real.
Para finalizar, este ceutí ha querido enviar un mensaje al próximo valiente que se haga con las riendas de la papelería: “Que siga con la misma rutina de trabajo, de horarios, de mercancías y que atienda bien a los clientes, desde luego. Es lo más importante. Y, sobre todo, mantener todo lo dicho, que es lo más difícil, yo creo”.
También se ha dirigido a sus clientes. “Ha sido una satisfacción tener a todos los clientes que hemos tenido y deciros que aquí estamos todavía. Para lo que os haga falta, aquí seguiremos”.
En cuanto la Librería General se traspase, Emilio podrá disfrutar de sus hijos y viceversa, unos hijos que alientan a su padre a descansar tras más de 40 años dedicados a su librería papelería.
Pronto llegará el momento de Emilio para disfrutar de la vida con su mujer Ana María Gómez y sus dos hijos, aunque todavía no conocemos con certeza cuándo llegará ese día.