Con la presencia del obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza Boy, se han abierto las puertas a la Semana Santa 2025 en la ciudad autónoma con un acto multitudinario en Plaza de África. Este ha bendecido las ramas de olivo y palmas entregadas previamente y, a continuación, ha tenido lugar la solemne misa que supone el inicio de la Semana de Pasión.
En esta concentración de fe ha tenido lugar la lectura del Evangelio y la Plaza de África se ha llenado de túnicas blancas y rojas en este Domingo de Ramos.
Ha sido un gran número de fieles el que ha acudido a recibir a la mayor representación eclesiástica de Ceuta, el obispo Rafael Zornoza Boy.
En torno a las 12.15 horas se realizaba la entrega de los ramilletes de olivo y palmas, el símbolo más auténtico de este Domingo de Ramos.
A continuación, el obispo de Ceuta, en la zona central de la plaza más conocida de la ciudad, ha procedido a la bendición frente a una multitud envuelta en la fe y llena de ilusión porque, por fin, la Semana Santa 2025 ha llegado a la ciudad autónoma.
Con toda su atención puesta en la solemne presencia del obispo, los fieles han sujetado su ramillete con rostros cargados de sentimiento, humildad y entrega.
Ya finalizada la bendición de la que han gozado los presentes, en paso ordenado, los fieles han acompañado al obispo hasta la Iglesia de África, donde ha tenido lugar la solemne misa que recibe con un fuerte sentimiento a la semana más sacrificada de la vida del Hijo de Dios, la Semana Santa.
El Santuario ha sido testigo de la fe, de la entrega, y de las miradas de pasión hacia el colectivo eclesiástico.
Ni un hueco han dejado descubierto los fieles, que han ocupado hasta la entrada y las inmediaciones de la iglesia de África, sujetando sus ramilletes de palmas y olivo.
Rostros muy conocidos del conjunto sacerdotal de la ciudad han acompañado al obispo en esta solemne mañana, como también el vicario de la ciudad, Francisco Jesús Fernández Alcedo.
Los fieles han dejado en la parroquia de Nuestra Señora de África sentimientos de devoción, alegría, tristeza, nostalgia y respeto, porque, a pesar de que en la Semana Santa se vive el sufrimiento de Jesús, también regala la esperanza de su Resurrección.
Este Domingo de Ramos se ha vivido en la ciudad con la ilusión que ofrece tener casi en completa seguridad las salidas procesionales previstas con su motivo. Además, la lluvia ha permitido en primera instancia una satisfactoria reunión de fieles en Plaza de África, significando un primer contacto con esta Semana de Pasión que todos anhelan.
La Semana Santa trae consigo muchos esfuerzos y dedicación de quienes la viven desde dentro, no es una mera espera de su llegada, es un trabajo realizado durante meses para que su transcurso sea experimentado dentro de la calma que la fe transmite.
Hoy, la plaza de África ha recibido la visita de una gran multitud que durante largos meses de espera ha visto cumplido su sueño una vez más: poder optar a su ramillete de olivo y a esas hojas de palmas tan representativas de un Domingo de Ramos.
La visita del obispo ha dado la bienvenida a la Semana Santa, que significará para Ceuta unos días cargados de emoción, sentimiento, fe y reflexión de nuestros anhelos más profundos.
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